Dongdong Paolo Camanni es un atleta paralímpico chino-italiano que fue rescatado hace 18 años por las religiosas de la Congregación de Santa Teresita del Niño Jesús, quienes le brindaron una segunda oportunidad en la vida, como han hecho con más de 600 niños discapacitados y abandonados en el gigante asiático.
Según relata la agencia Fides, Dongdong se encontraba en situación de calle hasta los dos años de edad, cuando gracias a la caridad de las hermanas encontró “afecto, un hogar y una buena vida”. El niño padecía de retinoblastoma bilateral, una enfermedad en la que se forman células malignas (cancerosas) en los tejidos de la retina que afectan gravemente la visión.
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Años más tarde, Dongdong fue adoptado por una familia italiana. En el país europeo empezó su carrera deportiva, que lo llevaría a coronarse campeón juvenil paralímpico de judo, ganador de una medalla de oro en los EPYG 2022 (European Para Youth Games) y de una medalla de bronce en el Campeonato del Mundo de 2023 en Birmingham.
El atleta ciego se encuentra en París, en donde este 6 de septiembre debutó en sus primeros Juegos Paralímpicos.
“Participar en los Juegos Paralímpicos es el momento más alto para un atleta, el punto de llegada de un largo camino que me involucró a mí y a muchas personas cercanas a mí. Sueño con una medalla, sería la culminación de mi viaje”, expresó Dongdong, según recoge el portal italiano Sempre News.
“Me voy a París. Almas en llamas, pulsos desbordantes y corazones llenos de ganas de luchar por una medalla. Mi corazón está lleno de gratitud, a estos chicos increíbles, a mis amigos técnicos de esta nación fuerte, a la federación que hizo todo esto posible y al presidente que nunca ha dejado de creer en nosotros”, añadió el atleta paralímpico a través de sus redes sociales.
Las hermanas de Santa Teresita del Niño Jesús transmitieron sus mejores deseos a “su” Dongdong. En la diócesis de Zhaoxian (Ningjin), provincia de Hebei, manejan la Casa de la Aurora, en donde han socorrido a tantos niños débiles y enfermos, entre los que se cuenta el atleta italiano.
Una de ellas, la Hna. Wang Qingfen llegó a expresar —recoge Fides— sobre su vida y la labor de caridad que llevan adelante: “Nos sentimos honradas porque el Señor nos ha hecho este regalo, a nuestra Congregación y a cada una de nosotras... Este lugar ha visto suceder tantos milagros por amor del Señor, que han beneficiado a toda la sociedad y a tantas personas de buena voluntad”.