Daniel Ibáñez Gutiérrez, camarógrafo, fotógrafo y editor de video en EWTN, quien trabaja hace más de 10 años en la cobertura del Vaticano, reveló en una reciente entrevista cuál ha sido su reto más grande a lo largo de su carrera, incluyendo el viaje apostólico más reciente a Asia y Oceanía.

En conversación con EWTN Noticias, el fotógrafo, quien ha acompañado al Papa Francisco en varias giras, aseguró que el desafío más grande, en términos generales, yace en la complejidad de captar momentos únicos en medio de las reglas estrictas de los vuelos papales.

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Ibáñez destacó que, aunque sólo seis fotógrafos tienen acceso directo al vuelo papal, “no siempre estamos tan cerca”.

Además, la movilidad reducida del Papa, quien ahora utiliza silla de ruedas, agrega un nivel extra de incertidumbre. “Nunca sabes lo que puede pasar [...] aunque está todo muy protocolizado, siempre el Papa se mueve”, explicó, subrayando que capturar una buena fotografía requiere una preparación meticulosa, pero también de paciencia y flexibilidad.

“Poder captar los momentos a veces no es tan fácil, porque tú a veces te sueñas una fotografía durante minutos u horas —porque solemos llegar siempre dos horas antes a cada lugar, pero luego llega alguien de seguridad, un montón de gente o alguien que aparece por ahí se pone delante. Entonces, aunque tú te sueñes la fotografía, luego ejecutar es otra cosa”, contó.

El fotógrafo narró una experiencia impactante durante el actual viaje del Papa Francisco a Asia y Oceanía, que se realiza del 2 al 13 de septiembre. En Indonesia, le llamó la atención ver a un grupo de niñas vestidas con trajes tradicionales que, tras la bendición del Papa, hicieron la señal de la cruz.

“Ver a personas vestidas con sus trajes regionales hacerse la señal de la cruz [...] hasta ahí ha llegado el Evangelio”, compartió Ibáñez.

Ibáñez también habló de otros retos técnicos en estos viajes, como las barreras del idioma. Durante la visita a Indonesia, el idioma fue un obstáculo, ya que muchas personas no hablan italiano. “Cuando hay esa traducción entre una lengua y otra, a veces quizás se pueda perder el mensaje”, señaló, refiriéndose a los discursos del Santo Padre en lengua italiana.

Además de los desafíos logísticos, Ibáñez destacó la alegría con la que Francisco fue recibido, especialmente por los jóvenes en los últimos días. “El Santo Padre al llegar, en lugar de entrar rápidamente a la catedral [de Yakarta], ha decidido saludar uno a uno”, relató.

Para Ibáñez, cada viaje apostólico tiene algo especial. Sin embargo, el viaje a Asia y Oceanía le resultó particularmente significativo, ya que era su primera vez en este lado del mundo. “Nunca había estado en Asia, tampoco en Oceanía, así que también es todo un reto”, agregó.