En la tarde del miércoles 4 de septiembre, el Papa Francisco se reunió con los jóvenes de Scholas Ocurrentes, autores del proyecto “Hati Indonesia” en el que participó el Pontífice.

Al término de su encuentro con obispos y sacerdotes del país, el Santo Padre se trasladó hasta la Casa de la Juventud  “Grha Permuda” para reunirse con los miembros de esta organización internacional católica de Derecho Pontificio aprobada y erigida por él en 2013.

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Antes de mantener un diálogo con los jóvenes, el Papa Francisco entró en su silla de ruedas en una escultura formada por un poliedro en cuya construcción han participado 1.500 personas.

El Papa Francisco dentro del poliedro. Crédito: Vatican Media
El Papa Francisco dentro del poliedro. Crédito: Vatican Media

Este poliedro, denominado “Hati Indonesia”, simboliza el corazón del país y también representa su diversidad. Cabe recordar que el lema de Indonesia, inscrito también en su escudo, es “Bhinneka Tunggal Ika” (Unidad en la diversidad).

La escultura está construida con materiales naturales y reciclables, así como con telas  que reflejan la riqueza cultural del país. 

En el interior, donde pudo entrar el Papa Francisco en silla de ruedas, se guardan objetos personales, fotos, escritos, dibujos y juguetes que dejaron todas las personas  que participaron en el proyecto. 

Según precisaron los miembros de Scholas, “no solo es una obra de arte, sino también un símbolo de esperanza, unidad y la capacidad de construir un futuro juntos, más allá de las  diferencias”. 

Dentro del poliedro el Santo Padre dejó también por escrito uno de sus sueños: un mundo más fraterno. 

Durante su distendida conversación con los jóvenes, el Papa Francisco subrayó que la guerra es una derrota para todos y afirmó que en las diferencias se puede dar la guerra o el  diálogo, instando a todos a elegir siempre el camino del diálogo. 

El Papa Francisco ayuda a plantar un árbol. Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN News
El Papa Francisco ayuda a plantar un árbol. Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN News

Al finalizar el encuentro el Papa Francisco también ayudó a plantar un árbol de “mangroove”, crucial para la protección de las costas indonesias y para la biodiversidad.