Al sostener hoy un encuentro con personas atendidas por organizaciones benéficas, en la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia, el Papa Francisco aseguró que todos estamos “llamados a convertirnos juntos en campeones del amor en la gran Olimpiada de la vida”.

El Santo Padre llegó sobre las 10:45 a.m. (hora local) de este 5 de septiembre, luego de sostener un encuentro interreligioso en la Mezquita “Istiqlal en Yakarta (Indonesia).

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Una vez en la sede del Episcopado de Indonesia, el Papa escuchó el testimonio de Mimi Lusli y Mikail Andrew Nathaniel, personas con discapacidad que reciben el acompañamiento de la Iglesia Católica en el país.

Jesús, “faro de esperanza”

Mimi le relató que “perdí la vista a los 17 años” y, “como joven católica, encontré consuelo en el Vía Crucis. Aquí fue donde conocí a Jesús. Él no me abandonó, sino que me enseñó a navegar la vida sin mi vista física”.

“Jesús, nuestro faro de esperanza, siempre ha apoyado las necesidades de las personas con discapacidad”, dijo, asegurando que “creo firmemente que Dios creó a los humanos con habilidades únicas para enriquecer la diversidad de nuestro mundo, y la discapacidad es solo uno de estos aspectos únicos”.

Para Mimi, “el papel de la Iglesia es crucial para garantizar la dignidad de la persona humana. Debemos asumir la responsabilidad y apoyar activamente los derechos de los discapacitados”.

Por su parte, Andrew, de 18 años, compartió con el Santo Padre que fue diagnosticado con “un trastorno leve del espectro autista y ahora me han diagnosticado con una discapacidad intelectual leve. Voy a terapia para que mi cuerpo y mi cerebro funcionen correctamente”.

“Mis padres me aman incondicionalmente. Me proporcionan el mejor terapeuta y experto de la ciudad”, dijo, destacando luego que ha sido “seleccionado como el contingente del este de Yakarta para los Juegos Paralímpicos de Natación”.

“Quiero ser una persona independiente, así que comencé un curso de barista y clases de guitarra y batería”, añadió. Luego agradeció al Papa Francisco “por escuchar mi historia, por visitarnos y bendecirnos a todos. Por favor bendiga a mis maravillosos padres y a todos los padres con hijos especiales, en todo el mundo”.

Cada uno es único a los ojos de Dios

Tras escuchar los testimonios, el Papa expresó su agradecimiento y felicitación a Mimi y Andrew. “Y en este sentido quiero subrayar que estoy totalmente de acuerdo con lo que dijo Mimi: Dios creó seres humanos con capacidades únicas para enriquecer la diversidad de nuestro mundo”.

El Santo Padre señaló que “afrontar las dificultades juntos, dando lo mejor de nosotros, cada uno aportando su contribución única, nos enriquece y nos ayuda a descubrir día a día cuánto vale nuestro estar juntos, en el mundo, en la Iglesia, en la familia”.

“Todos nos necesitamos unos a otros y esto no es malo: nos ayuda, de hecho, a comprender cada vez mejor que el amor es lo más importante en nuestra existencia, a darnos cuenta de cuántas personas buenas hay a nuestro alrededor”.

“Luego nos recuerda cuánto nos ama el Señor a todos, más allá de cualquier límite y dificultad. Cada uno de nosotros es único a sus ojos, a los ojos del Señor, y Él nunca nos olvida: nunca. Recordémoslo para mantener viva nuestra esperanza y comprometernos, sin cansarnos jamás, a hacer de nuestra vida un regalo para los demás”, expresó.

Al concluir el encuentro, el Santo Padre dio su bendición a los presentes, dio un trazo inicial a una pintura y firmó la placa de mármol de la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia.

El Papa Francisco firmó la placa de mármol de la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News.
El Papa Francisco firmó la placa de mármol de la sede de la Conferencia Episcopal de Indonesia. Crédito: Daniel Ibáñez / EWTN News.

De acuerdo a la Oficina de Prensa del Vaticano, el Papa Francisco obsequió al Episcopado una imagen de la Virgen María conocida como “Portaitissa”, que muestra a la Madre de Dios sosteniendo al bebé Jesús, en una obra que la tradición considera que fue pintada por San Lucas Evangelista.