Por Tyler Arnold
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, elogió a la vicepresidenta Kamala Harris en un mitin del Día del Trabajo en Pittsburgh, Pensilvania, afirmando que tiene “la brújula moral de una santa”, una declaración que ha provocado algunas objeciones de teólogos católicos.
“Ella tiene una columna vertebral como una baqueta y tiene la brújula moral de una santa, esta mujer sabe lo que está haciendo”, dijo Biden a la multitud que la vitoreaba.
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“Les prometo que si eligen a Kamala Harris como presidenta, será la mejor decisión que jamás hayan tomado”, aseguró Biden.
Algunas de las posiciones de Harris —en particular su firme apoyo al aborto— son incompatibles con los valores de la santidad, según teólogos y filósofos católicos que hablaron con CNA, agencia en inglés de EWTN News. Como vicepresidenta, encabezó los esfuerzos de la administración para ampliar el aborto y se comprometió a codificar los estándares de aborto establecidos en el ahora extinto fallo Roe v. Wade, que anularía las políticas provida a nivel estatal.
Mientras se desempeñaba como fiscal general de California, Harris copatrocinó una legislación que restringía la libertad de expresión de los centros de embarazo provida, que la Corte Suprema determinó que violaba la Primera Enmienda. Como senadora, cuestionó a los candidatos judiciales sobre su membresía en los Caballeros de Colón, una organización fraternal católica.
Edward Feser, filósofo católico y profesor del Pasadena City College, dijo a CNA que la afirmación de Biden de que Harris tiene la brújula moral de una santa es “tan manifiestamente ridícula que sería indigna de [un] comentario si no viniera de un presidente de los Estados Unidos, y además católico”.
“Alguien que realmente tuviera la ‘brújula moral de un santo’ condenaría el aborto como un asesinato en lugar de apoyarlo con entusiasmo como lo hace la vicepresidenta Harris”, dijo Feser.
El sacerdote dominico Thomas Petri, presidente de la Pontificia Facultad de la Inmaculada Concepción de la Casa de Estudios Dominicanos, dijo a CNA que promover el aborto “ciertamente no es la posición de un santo” o incluso “de una persona con razón correcta” porque defender la vida “no es simplemente una cuestión de fe, es una cuestión de ética”.
“Un santo va a tener cualidades, no sólo de razón, sino de fe, y no va a abogar por cosas que son contrarias a la ley de Dios”, dijo el P. Petri.
El sacerdote dominico señaló que los líderes gubernamentales pueden alcanzar y han alcanzado la santidad, refiriéndose a Santo Tomás Moro, San Esteban el Confesor y Santa Isabel de Hungría. Los funcionarios que llegaron a la santidad, como estos tres, “comprendieron que… el liderazgo [y]... toda autoridad en la Tierra proviene de la propia autoridad de Dios, y se entendían a sí mismos como sujetos a esa autoridad”.
“Vivieron en sus roles de autoridad como creyentes que entendieron que no eran una autoridad final y que ellos mismos estarían bajo juicio”, agregó.
El P. Petri sugirió que Biden estaba siendo “demasiado arrogante” con su referencia a la santidad, algo que dijo que puede ser común entre los católicos, pero que “cuando uno toma en serio la vida espiritual, comienza a comprender qué es realmente la santidad”.
“Ser santo es un proyecto de toda la vida y obviamente requiere gracia”, dijo el sacerdote.
Joe Heschmeyer, un apologista del equipo de Catholic Answers, dijo a CNA que la mejor manera de determinar cómo se ve la “brújula moral de un santo” es “escuchar a los santos reales”. Se refirió específicamente a la encíclica Evangelium Vitae de San Juan Pablo II, que se centra en el “valor y el carácter inviolable de la vida humana”.
“San Juan Pablo II describe cómo ‘el Evangelio de la vida está en el centro del mensaje de Jesús’ y cómo ‘todo hombre abierto sinceramente a la verdad y al bien’ puede llegar a ver ‘el valor sagrado de la vida humana desde su inicio hasta su término, y afirmar el derecho de cada ser humano a ver respetado totalmente este bien primario suyo’”, dijo Heschmeyer, citando al fallecido pontífice.
“Por eso, nos recuerda que ‘la sola posibilidad de ofender, agredir o, incluso, negar la vida en estas condiciones se sale del horizonte religioso y cultural del pueblo de Dios’”, agregó.
Biden, el segundo presidente católico del país, ha invocado la religión para promover políticas que son inconsistentes con la enseñanza de la Iglesia en varias ocasiones. En marzo del año pasado, el presidente dijo que prohibir las intervenciones médicas transgénero para menores era “casi pecaminoso”. En abril, hizo la señal de la cruz mientras promovía el aborto en una manifestación, lo que provocó la condena de varios obispos.
El mitin del 2 de septiembre en el estado en disputa se centró principalmente en el apoyo a los sindicatos y a los trabajadores. Harris habló de los esfuerzos por mantener la fabricación de acero en Estados Unidos y de su oposición a una propuesta de venta de la empresa U.S. Steel, con sede en Pittsburgh, a la firma japonesa Nippon Steel.
En 2020, Biden ganó Pensilvania por menos de 1,2 puntos porcentuales. En 2016, el expresidente Donald Trump ganó el estado por menos de 0,75 puntos porcentuales. Para las elecciones de 2024, los promedios de las encuestas muestran que la carrera presidencial está prácticamente empatada en el estado.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.
Tyler Arnold es reportero del National Catholic Register. Anteriormente trabajó en The Center Square y ha publicado en diversos medios, incluidos The Associated Press, National Review, The American Conservative y The Federalist.
