Después de reunirse en privado con miembros de la Compañía de Jesús en la Nunciatura Apostólica, el Papa Francisco se trasladó a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción de Yakarta para mantener un encuentro con Obispos, sacerdotes, diáconos, consagradas, seminaristas y catequistas del país.

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Un encuentro “distendido y familiar” con sacerdotes jesuitas

Según informó el P. Antonio Spadaro, subsecretario del Dicasterio para la Cultura y la Educación, la reunión con los sacerdotes jesuitas duró una hora y estuvo marcada “por un diálogo espontáneo con preguntas y respuestas, confidencias personales y algunas bromas”.

Según la autoridad vaticana, “el Papa Francisco siempre está muy relajado, se siente como en casa”, en estas reuniones con miembros de la Compañía de Jesús que suele realizar en cada viaje apostólico.

También destacó que el Santo Padre “se dio cuenta de cuán jóvenes son los jesuitas presentes en formación en Indonesia” y durante las conversaciones trataron temas como el diálogo religioso y la inculturación.

El Papa Francisco se reúne en privado con miembros de la Compañía de Jesús. Crédito: Vatican Media
El Papa Francisco se reúne en privado con miembros de la Compañía de Jesús. Crédito: Vatican Media

Fieles de Indonesia y otros países reciben al Papa Francisco en la catedral de Yakarta

A los alrededores de la catedral acudieron muchos fieles de otros países, como Filipinas, para dar la bienvenida al Santo Padre, quien llegó en coche oficial a las 16.20 (hora local). Desde su silla de ruedas, saludó a un grupo de niños que le recibieron con cánticos.

Niños entregan flores al Papa Francisco a las puertas de la catedral. Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN News
Niños entregan flores al Papa Francisco a las puertas de la catedral. Crédito: Daniel Ibáñez/ EWTN News

En la entrada del templo les esperaban el Cardenal Ignatius Suharyo Hardjoatmodjo, Arzobispo de Yakarta, Mons. Antonius Subianto Bunyamin, Presidente de la Conferencia Episcopal, y el párroco, quien le entregó la cruz y el agua bendecida para la aspersión. 

Después de recibir un ramo de flores por parte de dos niños, el Santo Padre atravesó la nave en silla de ruedas y se detuvo en el altar. En el interior de la catedral, principal lugar de culto católico de la capital indonesia y sede del arzobispo de Yakarta, se reunieron religiosos de diferentes ciudades de Indonesia. 

El Papa Francisco llega a la catedral del Yakarta. Crédito: Daniel Ibáñez/EWTN News
El Papa Francisco llega a la catedral del Yakarta. Crédito: Daniel Ibáñez/EWTN News

Entre los asistentes se encontraban 100 monjas de la Congregación Hermanas de Notre Dame, que llegaron de diferentes lugares de toda Indonesia.

Monjas de la Congregación Hermanas de Notre Dame. Crédito: EWTN News
Monjas de la Congregación Hermanas de Notre Dame. Crédito: EWTN News

Testimonios de católicos en el país musulmán más grande del mundo

Antes de que el Papa Francisco diera inicio a su discurso y después de las palabras de bienvenida de Mons. Antonius Subianto, el presidente de la Federación Indonesia de Sacerdotes Diocesanos, una monja Clarisa del Santísimo Sacramento y un catequista compartieron su testimonio. 

El P. Maxi Un Bria, Presidente de la Federación Indonesia de Sacerdotes Diocesanos, destacó que la Iglesia Católica en el país “siempre ha tratado de promover el bien común de los fieles y de la nación”.

Al mismo tiempo, agradeció al Santo Padre por “la atención paterna que usted y sus predecesores han mostrado siempre, como signo de la cercanía de Pedro a nosotros, que estamos tan lejos”. 

Sor Rina Rosalina, Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, resaltó que, a pesar de la inmensidad de Indonesia, “los consagrados y consagradas nos sentimos unidos en nuestro trabajo, apoyados por la Iglesia y por la Conferencia Episcopal de Indonesia”. 

Señaló también que, aunque siempre intentan aprender del Papa Francisco, “desgraciadamente, debido a la distancia y a las barreras lingüísticas, a veces nos resulta difícil estudiar los documentos emanados de Roma”.  Por ello, transmitió su deseo de que las enseñanzas del Pontífice puedan ser traducidas en su lengua materna. 

Para Agnes Natalia, maestra de la Escuela Primaria Santa Úrsula de Yakarta y catequista de la Parroquia Santa María Reina Virgen, “representa verdaderamente a San Francisco de Asís, a quien tomó como patrón y que inspiró su nombre como Papa”.

Por último,  Nikolas Wijaya, profesor de religión católica en la Regina Pacis Senior High School de Bogor y miembro de la Comisión Catequética de la diócesis de Bogor, agradeció el Papa Francisco que siempre utilice siempre el término “puente” como analogía de la presencia de la Iglesia en la sociedad. 

“Los catequistas son la fuerza de la Iglesia”

Tras escuchar el testimonio de Agnes, la catequista, el Papa Francisco aseguró que “la Iglesia la llevan adelante los catequistas, son aquellos que avanzan”. 

"Luego, están las hermanas, después del catequista. Después los sacerdotes y obispos. Pero los catequistas son la fuerza de la Iglesia”, afirmó.

Asimismo, como en ocasiones pasadas, el Papa Francisco aseguró que “la fe se transmite en casa, en dialecto y las catequistas y la madres y abuelas llevan adelante esta fe”.

Fe, fraternidad y compasión

Al inicio de su discurso, el Santo Padre aseguró que todos los presentes “somos hermanos” y afirmó que ninguno es más importante que otro, sino que todos tienen su propia misión dentro de la Iglesia.

Más adelante, agradeció a quienes habían compartido su testimonio y recordó el lema elegido para su visita apostólica: “Fe, fraternidad, compasión”, 3 virtudes que representan el carácter del país, diversificado pero al mismo tiempo “caracterizado por una innata tendencia hacia la unidad y la convivencia pacífica”.

A continuación, resaltó los abundantes recursos naturales con los que cuenta Indonesia, y recordó que es el Señor “quien nos da todo esto”. “No hay un centímetro del maravilloso territorio indonesio, ni un instante de la vida de cada uno de sus millones de habitantes que no sea don suyo, signo de su amor gratuito y providente de Padre”. 

En cuanto a la fraternidad, el Papa Francisco señaló que “no hay dos gotas de agua iguales, ni hay dos hermanos, ni siquiera gemelos, completamente idénticos. Vivir la fraternidad, entonces, significa acogerse mutuamente reconociéndose iguales en la diversidad”.

En este sentido, invitó a evitar el proselitismo y explicó que “anunciar el Evangelio no significa imponer o contraponer la propia fe a la de los demás, sino dar y compartir la alegría del encuentro con Cristo,  siempre con gran respeto y afecto fraterno por cada persona”. 

Por ello, el Papa Francisco invitó a los presentes a mantenerse “abiertos y amigos de todos, tomados de la mano” y destacó la importancia de que el Evangelio llegue a todos. 

También recordó las palabras del catequista Nicholas, quien describió la misión del catequista con la imagen de un “puente” que une y advirtió que el demonio es el que crea división en el mundo. 

“Tener compasión no significa ser comunista”

Al referirse a la compasión, el Papa Francisco advirtió que “no consiste en dar limosna a hermanos y hermanas necesitados mirándolos de arriba hacia abajo”, sino en “hacernos cercanos unos a otros, despojándonos de todo lo que puede impedir inclinarnos para entrar realmente en contacto con quien está caído, y así levantarlo y devolverle la esperanza”.

“Y no sólo eso, significa además abrazar sus sueños y sus deseos de redención y de justicia, ocuparnos de ellos, ser sus promotores y cooperadores, involucrando también a los demás, extendiendo la ‘red’ y las fronteras en un gran dinamismo comunicativo de caridad”, afirmó. 

El Papa Francisco aseveró que esto “no significa ser comunista, significa caridad, significa amor”. Además, recordó que “el diablo entra por los bolsillos” y también pidió “acoger a todos, todos, todos”.

Destacó además que lo importante es “tocar la pobreza” y advirtió que “lo que hace que el mundo siga adelante no son los cálculos de los propios intereses —que en general terminan destruyendo la creación y dividiendo a las comunidades—, sino la caridad prodigada. La compasión no ofusca la visión auténtica de la vida, al contrario, nos hace ver mejor las cosas, a la luz del amor”. 

Recuerdo del mensaje de San Juan Pablo II 

Más tarde, el Papa Francisco destacó que la Virgen María es símbolo de estas 3 virtudes y concluyó su reflexión retomando lo que San Juan Pablo II manifestó a los sacerdotes y religiosos del país durante su visita en 1989: “Regocíjense las islas incontables”.

En aquella ocasión, el Papa santo invitó a testimoniar “la alegría de la Resurrección y dando la […] vida, de modo que también las islas más lejanas puedan regocijarse escuchando el Evangelio, del que vosotros sois predicadores, maestros y testigos”. 

“Yo también renuevo esta exhortación, y los animo a seguir su misión fortalecidos en la fe, abiertos a todos en la fraternidad y cercanos a cada uno en la compasión. Los bendigo y les agradezco por tanto bien que hacen cada día”, concluyó el Papa Francisco.

Encuentro con jóvenes de Scholas Ocurrentes

Al finalizar este acto, el Papa Francisco mantuvo en la Casa de la Juventud “Grha Permuda” un encuentro con jóvenes de Scholas Ocurrentes, la organización internacional católica de Derecho Pontificio aprobada y erigida por el Papa Francisco en 2013.

El Pontífice fue recibido en el patio, frente de la Casa de la Juventud, por los responsables de la fundación y 100 niños de la archidiócesis de Yakarta. 

Dos niños le ofrecieron un regalo y le cantaron una canción. A continuación, el Papa Francisco llegó a la Sala de San Matías y San Tadeo, donde se reunió con los jóvenes participantes en el proyecto “Scholas Aldeas” y también se reunió de forma privada con el Consejo de Administración.

El Santo Padre escuchó con atención los testimonios de varios jóvenes e improvisó unas palabras para los pequeños, a quienes animó a trabajar y a rezar por la paz.

Asimismo, regaló a los jóvenes una imagen de la Virgen María con el Niño, realizado con técnicas artesanales modernas, que se inspira en el famoso icono de "Eleousa", más conocido como Nuestra Señora de la Misericordia.

Encuentro con Scholas Ocurrentes. Crédito: Daniel Ibáñez
Encuentro con Scholas Ocurrentes. Crédito: Daniel Ibáñez