Del 8 al 15 de septiembre delegaciones de medio centenar de 50 países se reunirán en Quito (Ecuador) para asistir al 53º Congreso Eucarístico Internacional y reflexionar sobre Jesús Eucaristía.
Por ello, con el fin de contribuir con el conocimiento de este don de Dios, compartimos seis datos sobre lo que es la Eucaristía:
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1. ¿Qué es la Eucaristía?
La Eucaristía es el sacramento en el que el pan y el vino consagrados por el sacerdote se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Cristo, es decir, se trata de la presencia real del Señor.
En ese sentido, el Catecismo de la Iglesia Católica afirma que este sacramento es el memorial de la Pascua de Cristo, la actualización y la ofrenda sacramental de su único sacrificio.
2. ¿Cómo ocurre?
Este milagro ocurre con la transustanciación, que consiste en que, al momento de la consagración, la sustancia del pan se convierte en cuerpo de Cristo y la sustancia del vino en su sangre.
El sacerdote dominico Roberto Coggi ha explicado en un texto que “del pan y del vino quedan solamente las apariencias o especies (…), pero no la sustancia, es decir, la verdadera realidad convertida en el cuerpo y la sangre del Señor”.
3. ¿Cuánto tiempo dura su presencia?
La Iglesia Católica enseña en el numeral 1377 del Catecismo que “la presencia eucarística de Cristo comienza en el momento de la consagración y dura todo el tiempo que subsistan las especies eucarísticas. Cristo está todo entero presente en cada una de las especies y todo entero en cada una de sus partes, de modo que la fracción del pan no divide a Cristo”.
4. ¿Cómo se debe recibir la Eucaristía?
Como indica San Pablo, antes de recibir la Eucaristía los fieles deben hacerse un examen de conciencia, pues “quien coma el pan o beba el cáliz del Señor indignamente, será reo del Cuerpo y de la Sangre del Señor”, es decir, “quien come y bebe sin discernir el Cuerpo, come y bebe su propio castigo”.
Asimismo, el Catecismo señala que la persona que tenga “conciencia de estar en pecado grave debe recibir el sacramento de la Reconciliación antes de acercarse a comulgar”.
Por su parte, el canon 919 del Código de Derecho Canónico recuerda que los fieles deben observar el ayuno prescrito por la Iglesia “de abstenerse de tomar cualquier alimento y bebida al menos desde una hora antes de la sagrada comunión, a excepción sólo del agua y de las medicinas”.
El mismo canon aclara que las personas de edad avanzada o enfermas, y quienes los cuidan, “pueden recibir la santísima Eucaristía aunque hayan tomado algo en la hora inmediatamente anterior”.
5. El peligro de excomunión
La excomunión es la pena más grave para un bautizado, pues indica que está impedido de recibir la Comunión. En ese sentido, el canon 1382 advierte que “quien arroja por tierra las especies consagradas, o se las lleva o las retiene con una finalidad sacrílega, incurre en excomunión latae sententiae”, es decir, automática, cuyo levantamiento queda reservado sólo a la Sede Apostólica
6. Los milagros eucarísticos
Finalmente, hay que destacar que en los dos mil años que lleva la Iglesia peregrinando en la tierra, han sido numerosas las ocasiones en las que Dios ha intervenido para confirmar la fe en la presencia real de Cristo en la hostia consagrada.
Estas intervenciones prodigiosas son conocidas como milagros eucarísticos y, como ha explicado el P. Coggi, estos “buscan confirmar esta fe que se funda en las palabras de Jesús, lo que parece pan no es pan y lo que parece vino no es vino”.
“En los milagros eucarísticos —señala— se dejan ver, efectivamente, la carne y la sangre, o una sin la otra dependiendo del milagro”.