El Papa Francisco instó a los fieles a “construir juntos la fraternidad para sanar el mundo”, unidos en el amor por la Eucaristía. Así lo indicó en una carta enviada al Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo emérito de Caracas y Legado Pontificio para el 53° Congreso Eucarístico Internacional.

Este llamado se enmarca en el contexto del próximo Congreso que se celebrará en Quito, Ecuador, del 8 al 15 de septiembre, coincidiendo con el 150° aniversario de la consagración de Ecuador al Sagrado Corazón de Jesús.

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En su misiva, el Santo Padre destacó la importancia de la Eucaristía como un acto de amor que une a Dios con su pueblo. “La naturaleza mística del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo se fundamenta en la entrega de Dios por nosotros, y por tanto conlleva una dimensión social, para que ‘un sólo cuerpo’ (1 Cor 10, 17) seamos, fundidos en una única existencia”, afirmó el Papa.

“En el sacramento Eucarístico, el amor a Dios y el amor al prójimo verdaderamente se unen: el Dios encarnado nos atrae a todos hacia Él”, agregó.

Las palabras del Pontífice subrayaron que la Eucaristía no es sólo un acto de adoración, sino una invitación a la caridad: “En el sacramento Eucarístico, el amor a Dios y el amor al prójimo verdaderamente se unen: el Dios encarnado nos atrae a todos hacia Él”.

En un momento de crisis global y polarización, el Papa recordó el lema del próximo Congreso e hizo un llamado urgente a “edificar juntos una fraternidad que sane el mundo”. Citando su encíclica Fratelli tutti, resaltó la necesidad de que todos los seres humanos se reconozcan como “un único género humano, como peregrinos hechos de la misma carne humana, como hijos de la misma tierra que nos acoge a todos”.  

El Santo Padre también subrayó que el Congreso Eucarístico Internacional es una oportunidad para “reavivar el don de Dios” y para “reconocer a todos los pueblos como hermanos, unidos por el amor Eucarístico que emana del Corazón de Cristo”. Esta reunión en Quito no solo conmemora un evento histórico importante para Ecuador, sino que también actúa como un llamado a la acción global, invitando a los fieles a convertirse en agentes de paz y reconciliación en un mundo herido.

También exhortó al Cardenal Porras que, a nombre suyo, presida este Congreso, y manifiesta a “todos los fieles allí reunidos Nuestra constante humanidad”. “Al abordar el sentido eclesial de la Eucaristía, proclamarás también que es la fuente de comunión de la cual surge el mandato de abrir la obra de sanación de Cristo”, invitó Francisco.

La carta del Papa concluye con una bendición para los participantes del Congreso, exhortándolos a ser "fabricadores de fraternidad" y a utilizar la Eucaristía como herramienta para sanar las "heridas de este mundo”.