El Obispo de Goya (Argentina), Mons. Adolfo Ramón Canecín, acompañó la marcha y presidió una Misa para pedir por la aparición del niño de 5 años Loan Danilo Peña, quien es buscado desde mediados de junio en la provincia de Corrientes; así como por el esclarecimiento del caso.

La movilización se realizó en la noche del martes 26 de agosto en desde la Plaza Mitre de la ciudad de Goya hasta la Catedral local, y contó con la presencia de familiares de Loan, miembros de la Red Infancia Robada, que trabaja en la lucha contra la trata de personas; y del Instituto Santa Teresa de Jesús, un establecimiento educativo de la ciudad.

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Loan Danilo Peña fue visto por última vez el jueves 13 de junio, en un almuerzo familiar en la casa de su abuela, en el paraje El Algarrobal, cercano a la localidad de Nueve de Julio, en la provincia argentina de Corrientes. 

La investigación suma varios detenidos, entre ellos una exfuncionaria municipal y su marido, un marino retirado; y en la búsqueda se desplegaron las fuerzas federales de seguridad, con la sospecha de estar ante un caso de trata.

Al llegar a la catedral, Mons. Canecín celebró la Eucaristía, centrando su homilía en la importancia de la Palabra de Dios “que es viva, eficaz y discierne los pensamientos que vienen del corazón”.

“Necesitamos que esta Palabra, que es viva y eficaz, discierna las intenciones de quienes se llevaron a Loan; necesitamos que esta Palabra saque a la luz y discierna los pensamientos”, consideró.


En ese sentido, cuestionó: “¿Qué pensamientos, qué intenciones puede haber para semejante acontecimiento?”.

Asimismo, advirtió sobre el tiempo que lleva la Justicia sin encontrar la verdad sobre el caso: “La Justicia tiene su ritmo, su tiempo, que no es el nuestro”, señaló, y pidió “que esta eficacia que tiene la Palabra de Dios asista a quienes administran Justicia”.

“Señor, te pedimos por Loan, lo queremos con vida, lo queremos saludar, junto a mamá María y a su papá José, y a toda su familia. Eso queremos Señor”, rezó Mons. Canecín.

Dirigiéndose a los padres y hermanos de Loan, manifestó: “Hermanos, Dios escucha el clamor de su Pueblo y nosotros quisiéramos la inmediatez de la respuesta. A veces el tiempo de Dios no es el nuestro, pero en su tiempo, Dios responde”.

Citando la Palabra de Dios, el prelado destacó dos frases: “Pidan y se les dará” y “Nada hay oculto que no saldrá a la luz”.

“En este caso hay una oscuridad muy densa que parece invadirlo todo y que quiere impedir, intereses quizás muy grandes y entramados muy fuertes, pero la Palabra de Dios es más poderosa”, sostuvo.

“La Palabra de Dios no deja nada impune y no negocia con el mal”, concluyó.

“Señor: nosotros creemos en tu Palabra y queremos que tu palabra se cumpla y saque a la luz la verdad”, subrayó, y animó a los fieles a rezar mucho “para que Dios dé sabiduría y discernimiento, fortaleza, coraje, valentía y parresía a la jueza Cristina Pozzer Penzo, para que investigue hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga, sea quien fuere que está detrás de todo esto, solo Dios sabe, nosotros no lo sabemos”.

Finalmente, el obispo pidió perdón “porque muchas veces no pude estar presente acompañándolos por mi servicio de obispo” y animó a “tener fe y confianza, porque Dios escucha el clamor de su Pueblo y Él es nuestra paz”.