Ante los próximos cursos de catecismo que están por iniciar en las comunidades parroquiales, Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), hizo un llamado a los fieles para que eviten los “cursos exprés de catecismo”, advirtiendo que no son “una opción para la formación en la fe”.
Actualmente es posible encontrar en Internet cursos de pago para la formación en los sacramentos de iniciación cristiana, que prometen otorgar un certificado en menos tiempo que los programas tradicionales.
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Sin embargo, Mons. Cabrera López recordó en su mensaje del 25 de agosto que las clases de catecismo no deben verse como “cumplir con un requisito, ni de cumplir con un compromiso social; se trata de sumar esfuerzos para contribuir a la verdadera formación cristiana”.
“Una buena formación será de gran beneficio para todos”, afirmó, señalando que un cristiano comprometido y fortalecido se convierte en “una luz radiante en medio de ambientes poco iluminados por la falta de fe y esperanza”.
El arzobispo también instó a los padres de familia a que “no escatimen en la formación espiritual de sus hijos”, subrayando que el catecismo es una oportunidad para que quienes desconocen las verdades de la fe católica descubran “la riqueza que tenemos al vivir una vida sacramental”.
Asimismo, Mons. Cabrera López reconoció la labor de los catequistas y llamó a los cristianos a que “no menospreciemos el esfuerzo que hacen los y las catequistas por colaborar en la formación de los más pequeños y también de los jóvenes que por alguna circunstancia no han recibido sus sacramentos de iniciación”.
La catequesis exprés es una “doctrina muy recortada, pobre y sin significado”
El P. Otoniel Ochoa Nieto, secretario ejecutivo de la Dimensión Nacional para la Nueva Evangelización y Catequesis de la CEM (DINNEC), señaló que la proliferación de ofertas de “catequesis exprés” comenzó durante la pandemia, cuando la imposibilidad de realizar reuniones presenciales llevó a la apertura de opciones virtuales para recibir los sacramentos.
Sin embargo, el sacerdote destacó que estas ofertas no sólo persistieron después de la pandemia, sino que se intensificaron, en parte porque algunos padres de familia “consideran importante que sus hijos reciban sacramentos, pero no ven relevante los procesos de catequesis”.
El P. Ochoa Nieto lamentó que algunos sacerdotes “toleran y consienten desafortunadamente estas propuestas”, reduciendo la recepción de sacramentos a “una mera oportunidad de percibir ingreso monetario, descuidando la finalidad primordial de la catequesis que es llevar al encuentro con Cristo”.
El sacerdote advirtió que una “formación cristiana incompleta”, como la que ofrecen estos métodos exprés, no logra vincular al catequizando con la comunidad cristiana, ni le proporciona las “herramientas para aprender a orar”, ni mucho menos le ofrece “entrenamiento en la vida cristiana”.
La catequesis exprés, señaló, transmite una “doctrina muy recortada, pobre y sin significado. Esta propuesta carece de poder para transformar la vida y hacer del catequizando un verdadero discípulo”.
Concluyó subrayando que el propósito de un proceso adecuado de catequesis es “hacer discípulos y seguidores de Jesús, suscitando la conversión”.