No es común ver a un sacerdote católico trabajando en la cocina de un restaurante, pero el P. Leo Patalinghug no es el típico cura.
Radicado en Baltimore, Estados Unidos, el Padre Leo es presentador de radio y televisión. Uno de sus programas es Savoring Our Faith (Saboreando nuestra fe) en EWTN, en el cual el sacerdote, un chef galardonado, “habla de comida y fe”.
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En 2009 ganó el concurso de cocina Throwdown with Bobby Flay (Cara a cara con Bobby Flay) en Food Network. A partir de allí, lanzó su iniciativa de foodtruck (camión de comida) llamada Plating Grace and Grub y recientemente abrió un nuevo restaurante en el centro de Baltimore llamado Gastro Social.
En su nuevo restaurante, así como en su foodtruck, el Padre Leo da trabajo a personas que han estado en prisión y necesitan una segunda oportunidad, así como a aquellos que provienen de contextos desfavorecidos.
La idea de Gastro Social surgió después de ver el éxito del foodtruck —que se ha convertido en una vista habitual en los barrios desfavorecidos de Baltimore— y cómo se podía cambiar las vidas de las personas.
“Así que para hacer crecer los esfuerzos del foodtruck, vamos a utilizar este espacio de restaurante como nuestra cocina central, pero también convertirlo en un lugar donde podamos mantener a las personas empleadas durante todo el año”, comentó el presbítero al corresponsal de EWTN News, Colm Flynn, para el programa EWTN News In Depth.
El sacerdote también quiere usar el espacio para “reunir a personas de diferentes orígenes para celebrar alrededor de la comida” y continuar la misión de su ONG, The Table Foundation, que es “recolectar el poder de la comida para hacer el bien”.
El Padre Leo compartió que, en este tiempo sirviendo y ayudando a los necesitados, a veces siente que sólo están “poniendo un parche en una situación”, pero tal vez “si con sólo uno de nuestros empleados podemos llegar al núcleo de su herida y sanarla, sabemos que eso puede cambiar su vida”.
Una de las vidas que ha cambiado gracias al trabajo del presbítero es la de Emmanuel McFadden, de 22 años. El joven creció en un barrio peligroso de Baltimore y se vio envuelto en drogas y otros peligros de la calle.
Un día se dio cuenta de que si no cambiaba su vida, terminaría en prisión o muerto, como muchos de sus amigos. Tras escuchar sobre el deseo de McFadden de convertirse en chef, el Padre Leo le dio una oportunidad.
McFadden le dijo a Flynn que el Padre Leo enseña a sus empleados más cosas que sólo aprender a cocinar: “También nos enseña otras habilidades, como la comunicación”.
“Siempre creí en Dios”, afirmó McFadden. “Nunca profundicé demasiado en mi religión, pero siempre supe que había un Jesús. Jesús siempre me respaldó. Por eso estoy aquí hoy. Muchos de mis amigos están en la cárcel, algunos muertos, y yo estoy aquí, sin antecedentes, nunca he estado encarcelado, no puedes decirme que eso no es Jesús”.
Otra vida que cambió considerablemente gracias al Padre Leo es la del chef ejecutivo del popular restaurante Cuba Libre en Washington D.C. Después de pasar seis años en prisión por agresión, Steven Allbright recibió su segunda oportunidad trabajando con el sacerdote, y ahora está dirigiendo una cocina y una operación multimillonaria.
“Realmente esperaba que alguien me diera una oportunidad sólo para lavar platos en la cocina”, le contó a Flynn. “Todavía me emociono cada vez que hablo sobre cómo Dios ha trabajado en mi vida, sólo con la bienvenida del Padre Leo, aprendiendo a perdonarme a mí mismo, y aprendiendo que Dios me perdonó”.
“Nunca en mi vida pensé que estaría aquí en esta cocina como jefe”, compartió Allbright. “Estoy aquí por Dios”.
A la pregunta sobre por qué este ministerio es tan importante para él, el Padre Leo señaló: “Para mí, como sacerdote católico, lo más importante que tengo en mi vida es la Eucaristía. Es comida, y si la recibo, se supone que, como diría mi mamá, me convierta en lo que como”.
“Así que solo sé que ofrecer comida a los necesitados y también alimentar a aquellos no sólo hambrientos en cuerpo, sino en mente y alma, realmente cambia a las personas”, concluyó.
Traducido y adaptado por ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.