El parlamento de Ucrania aprobó una ley que prohíbe la presencia en el país de cualquier organización religiosa vinculada a Rusia, de modo específico la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú (UOC-MP, por sus siglas en inglés).

La ley 8371 –aprobada el 20 de agosto en el Parlamento por 265 votos a favor, 29 en contra y 4 abstenciones– se titula “Sobre la protección del orden constitucional en el contexto de las actividades de las organizaciones religiosas”.

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Este sábado 24 de agosto, día de la independencia de Ucrania, el presidente Volodymr Zelensky firmó la ley, de acuerdo a lo señalado por CNN en Español.

Según informa la agencia vaticana Fides, la ley prohíbe que las organizaciones religiosas extranjeras estén en Ucrania, si es que cumplen dos criterios.

El primero es tener su sede principal en un estado “reconocido como aquel que ha llevado a cabo o está llevando a cabo una agresión armada contra Ucrania y/u ocupar temporalmente parte del territorio ucraniano”.

Y el segundo es “apoyar directa o indirectamente una agresión armada contra Ucrania”.

El artículo 3 de la ley define a la UOC-MP como una “extensión ideológica del régimen del Estado agresor, cómplice de crímenes de guerra y de lesa humanidad perpetrados en nombre de la Federación Rusa y de la ideología del 'mundo ruso', prohibiendo explícitamente su existencia en territorio ucraniano”.

La ley también establece que los bienes inmuebles y el capital de la organización religiosa prohibida serán confiscados por el Estado ucraniano, excepto los bienes para el uso en la liturgia.

La nueva norma entrará en vigor a los 30 días de su publicación. Entre sus principales impulsores está Petro Porošenko, expresidente de Ucrania entre 2014 y 2019 y actual secretario del partido Solidaridad Europea (Jevropejs'ka Solidarnist).

El apoyo de las religiones en Ucrania

La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), informó que la Iglesia Ortodoxa de Ucrania y los miembros del Consejo Panucraniano de Iglesias y Organizaciones Religiosas, que representa a cristianos, judíos y musulmanes del país, ya se habían manifestado a favor de la norma en una declaración.

“El patriarcado de Moscú justifica los pogromos [n.d.r. masacres] y las restricciones a la libertad religiosa, la tortura y los asesinatos de sacerdotes y pastores, y pisotea cínicamente los mandatos de Dios y las normas básicas de la moralidad universal”, decía la declaración.

El arzobispo mayor de la Iglesia Greco-Católica Ucraniana, Mons. Sviatoslav Shevchuk, también se manifestó a favor de la ley: “Dado que el entorno religioso en Ucrania se ha convertido en blanco de los ataques de Rusia, el Estado está obligado a reaccionar ante los portadores de la ideología del ‘mundo ruso’”.

Esto, agrega, del mismo modo en que lo hacen “todos los países europeos contra la difusión de la ideología del Estado Islámico y sus extremistas religiosos”.

En su opinión, esta ley no es injusta porque “la libertad religiosa y la paz son condiciones fundamentales para el futuro de Ucrania” y advierte que en los territorios ocupados por Rusia “no hay libertad religiosa y no hay presencia de ningún sacerdote católico”.

Los cristianos en Ucrania

La religión mayoritaria en Ucrania es el cristianismo ortodoxo oriental, que se divide en la Iglesia Ortodoxa de Ucrania o del Patriarcado de Kiev, en donde está el 42,1% de la población; y la Iglesia Ortodoxa Ucraniana del Patriarcado de Moscú, que se dividió de la primera en el año 2018 y que comprende al 29% de la población.

La Iglesia Greco-Católica ucraniana forma parte de las Iglesias católicas de rito bizantino y a ella pertenece el 14,1% de los ucranianos.

Su liturgia y tradiciones son similares a las ortodoxas, pero están en comunión con la Santa Sede. Está dirigida por el Mons. Sviatoslav Shevchuck.