Algunos obispos de la Iglesia mostraron su conformidad ante la posible reforma del formato del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas (IRPF) para incluir a las confesiones religiosas de notorio arraigo en España –Católica, musulmana y judía- que está estudiando el Ministerio de Economía y Hacienda.
El Obispo de Mondoñedo-Ferrol, Mons. José Gea Escolano, consideró “correcto” que el Estado “estudie fórmulas para incluir en la declaración de IRPF una casilla para contribuir con los musulmanes, judíos y evangélicos”, y se mostró favorable al incremento del porcentaje de asignación a la Iglesia, a cambio de que el Episcopado se autofinancie.
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Otras fuentes episcopales manifestaron estar de acuerdo con las propuestas trabajadas por Hacienda, aunque prefirieron esperar a que “nos presenten un proyecto en firme”. Asimismo, consideraron “necesario” que los contribuyentes puedan financiar las actividades de musulmanes judíos y evangélicos, “siempre que se asegure la legalidad de dichas actuaciones”.
Por otro lado, representantes de las comunidades evangélicas también manifestaron su conformidad con las posibles reformas. Así, el secretario ejecutivo de la Federación de Entidades Religiosas Evangélicas (Ferede), Mariano Blázquez, calificó de “adecuados” los proyectos de reforma de IRPF.
Tras recordar que los protestantes han solicitado al Ministerio de Justicia “una mayor igualdad fiscal y económica” con la Iglesia, Blázquez señaló que la aportación que pudieran recibir de los contribuyentes sería para obras de carácter social y no para el sostenimiento de sus pastores.
Asimismo, Blázquez declaró que los evangélicos están dispuestos a evaluar con el Ejecutivo fórmulas de financiación.
Por el contrario, el vocero de la Federación de Comunidades Israelitas de España, Antonio José Chinchetru, expresó temer que “los judíos españoles puedan ser registrados en una especie de censo a través del IRPF”.
Chinchetru propuso una sola casilla para todas las religiones, “y que de ahí el Estado realice un baremo y dé a cada confesión lo que le corresponde”. La comunidad judía han pedido al Gobierno “un compromiso serio” para afianzar la seguridad de sus miembros frente a posibles amenazas antisemitas.