El 23 de agosto se celebra en toda la Iglesia Católica la fiesta de Santa Rosa de Lima, la primera santa del continente americano. Por ello les contamos de una profecía que hizo la santa luego de colocarle a Cristo una especial guirnalda y que hoy se celebra con un Año Jubilar.
En el libro Vida de Santa Rosa de Lima, escrito por el sacerdote jesuita Rubén Vargas, se narra lo contado por Fray Luis de Bilbao, confesor de la santa. El fraile señaló que cierto día Santa Rosa le comunicó que vio en sueños muchas rosas regadas por el suelo, cuando de pronto Cristo se le apareció.
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El Señor le dijo: “Rosa de Santa María, esposa mía, levántate y en esta cestita recoge estas rosas y de ellas hazme una guirnalda”. La santa obedeció “y tejió una diadema que, amorosamente, puso en la cabeza del Salvador”. Luego la visión desapareció.
El P. Luis de Bilbao le mencionó a la santa que tal vez lo que vió fue sólo un sueño y ella, llena de humildad, no descartó esta posibilidad porque decía que no merecía tener revelaciones.
Sin embargo, el confesor le preguntó cuál creía que era el mensaje de esta visión y Santa Rosa con firmeza le indicó que en la ciudad habían muchas vírgenes que son hermosas rosas ante los ojos de Dios, pero que andaban dispersas.
“Quiere mi esposo que yo le haga este servicio de que por mi diligencia se recojan estas rosas y se reduzcan a un modo de vivir, bajo la regla de Santa Catalina, que es como hacer una guirnalda de ellas”, añadió.
Entonces el confesor le cuestionó cuándo y cómo se fundaría este convento, pero ella señaló que eso sólo lo sabía Dios, pero que no dude de que se iba a hacer.
El P. Rubén Vargas cuenta que la santa estaba tan convencida “de que en Lima se fundaría un monasterio de monjas dominicas”, que incluso hizo un plano del lugar. Además precisó que Doña Lucía Guerra de la Daga sería la fundadora. En otro momento le profetizó a su mamá que sería monja del nuevo convento.
Más adelante, Dios le precisó a la santa que el monasterio se iniciaría tras su muerte.
La profecía se cumplió y se celebra con un año jubilar
De acuerdo al Arzobispado de Lima, en febrero de este año se realizó la apertura de la Puerta Santa por los 400 años de la fundación del Monasterio de Santa Catalina de Siena, en Lima, un recinto “querido por Santa Rosa de Lima, que fue terciaria dominica”.
El arzobispado enfatiza que la santa “afirmaba que, de ser monja, lo sería en el nuevo Monasterio en honor a Santa Catalina”. Ella incluso consiguió parte del lugar para que se construyera el recinto y encargó una imagen de Santa Catalina a través de los dominicos en Roma, “la que hasta hoy se exhibe en el coro del Monasterio”, precisa.
Además, indica que Doña Lucía Guerra de la Daga, mujer benefactora, fue quien donó todos sus bienes para que se construya el monasterio. El recinto se abrió el 10 de febrero de 1624.
“Al día siguiente… toman los hábitos, para iniciar su noviciado, las hermanas Lucía y Clara Guerra de la Daga… Al tercer día, visten el hábito otras 33 muchachas. Un año después, las fundadoras, hacen su profesión religiosa. Desde entonces, quedó elegida como Priora del Monasterio Lucía Guerra de la Daga”, describe.
La mamá de Santa Rosa de Lima también ingresó a este convento y se convirtió en monja.