El Papa Juan Pablo II anunció hoy que este miércoles presidirá un acto de piedad en el que rezará con los fieles en torno al icono de la Virgen de Kazán, y luego devolverá la venerada imagen a los rusos.
Al presidir el rezo del Angelus desde Castelgandolfo, el Papa recordó que el icono de la Madre de Dios de Kazán, fue "sacado de Rusia en los años veinte del siglo pasado, después de largas permanencias en diferentes lugares, llegó hace algunos años al apartamento del Papa y, desde aquel momento, ha velado por su trabajo cotidiano".
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"Ahora me siento feliz de anunciar que una delegación especial entregará este icono tan querido por mí a Su Santidad Alexis II, patriarca de Moscú y de todas las Rusias", indicó.
El Pontífice anunció entonces que "el miércoles próximo, 25 de agosto, en la audiencia general, nos recogeremos junto con los fieles para rezar alrededor de este icono. Ya desde ahora encomendamos a María, Madre de la unidad y del amor, nuestras súplicas por el bien de la Iglesia y de toda la familia humana".
Hace unos días, la prensa internacional publicó unas declaraciones del Patriarca Alexis II, en las que el líder ortodoxo menospreció el gesto del Papa y dudaba incluso de la autenticidad de la imagen.
En su breve discurso, el Papa recordó una vez más su viaje a Lourdes y agradeció "una vez más a Dios y a quienes me han ayudado en la realización de esa peregrinación".
"Regreso con el pensamiento y el corazón a la humilde gruta de Massabielle. Desde ese lugar de silencio y oración, en el que todo habla de María, me dirijo a otros santuarios marianos, visitados en estos días de agosto por multitudes de fieles", agregó.
El Papa evocó que este mes "se celebran las fiestas de muchos santuarios marianos", y nombró "en Italia, los santuarios de la Virgen de Oropa en Biella, de la Guardia en Génova, de las Lágrimas en Siracusa", así como "los santuarios de Czestochowa y de Kalvaria, en Polonia, en los que en tantas ocasiones me he detenido para invocar la ayuda materna de la Virgen para la Iglesia y para el mundo".
"¡Que la celestial Madre del Redentor sea cada vez más acogida, amada y venerada por el pueblo cristiano!", indicó.