La Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria (CBCN, por sus siglas en inglés) ha condenado enérgicamente los abusos durante las celebraciones litúrgicas en la nación de África occidental, instando a los sacerdotes y obispos a tomar “medidas inmediatas” para restaurar la dignidad y la santidad del culto.
En un comunicado emitido el 15 de agosto, Solemnidad de la Asunción de la Santísima Virgen María, los miembros de la CBCN expresaron su preocupación por una tendencia creciente de desviaciones de las normas litúrgicas establecidas, advirtiendo que tales prácticas son una afrenta directa a la sacralidad de la liturgia y una fuente de escándalo dentro de la Iglesia.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
“Es con profunda preocupación y justa indignación que observamos un alarmante aumento de aberraciones durante el culto en toda nuestra nación, perpetradas por algunos de nuestros propios sacerdotes”, dijeron los obispos.
“Estos abusos incluyen desviaciones de las oraciones prescritas y rúbricas de la Misa, incluida la Plegaria Eucarística, el manejo irreverente de la Eucaristía, caminar por el pasillo mientras se lleva la custodia durante la exposición del Santísimo Sacramento y bendecir a las personas usando gestos similares a la aspersión de agua bendita”.
Los obispos señalaron el uso de música inapropiada, incluyendo cantos seculares en la liturgia, así como bailes indecorosos “incluso con la custodia que contiene la Eucaristía”.
Los obispos también condenaron lo que llamaron “comercialización de la liturgia” en la forma de “realizar demasiadas colectas y recaudar fondos justo en medio de las celebraciones litúrgicas”.
Otros “abusos” que los obispos mencionaron en su declaración fueron el uso del púlpito para perseguir intereses personales, la incorporación de costumbres locales inconsistentes con la fe bajo el paraguas de la inculturación, la falta de uso de vestimentas adecuadas, la falta de preparación adecuada para la celebración litúrgica y la “invención de ritos” como la “dedicación del niño” en la que los sacerdotes colocan a un niño en el altar, y la bendición de artículos no aprobados por la Iglesia como sacramentales.
“Estas graves violaciones no sólo son una afrenta directa a la santidad de la liturgia, sino también una fuente de escándalo y vergüenza para la Iglesia en Nigeria”, dijeron los obispos. “Condenamos, en los términos más enérgicos posibles, todos y cada uno de los abusos dentro de la sagrada liturgia”.
“La liturgia no es un patio de recreo privado para la innovación personal. No es una plataforma para la autoexpresión del celebrante. Es un encargo sagrado, transmitido por la Iglesia, que debe celebrarse según las normas y tradiciones establecidas”, dijeron.
Los obispos continuaron señalando que “cualquier sacerdote que se atreva a desviarse de estas normas es culpable de una grave traición a su sagrado deber y está extraviando a los fieles”.
“Tales acciones no son simplemente errores de juicio, son violaciones del orden sagrado y deben ser tratadas como tales. Recordamos a nuestros sacerdotes que el altar no es un escenario para la teatralidad, ni la liturgia es un lugar para la novedad”, se lee en el comunicado.
“La Iglesia nos ha dado directrices claras sobre cómo se debe celebrar la liturgia, y estas deben seguirse sin excepción”, dijeron. “La fidelidad a las leyes de la Iglesia no es opcional, es obligatoria. Los fieles merecen nada menos que la verdadera y reverente celebración de los misterios de nuestra fe”.
La declaración del Episcopado instó a todos los obispos, como “liturgistas principales de sus diócesis”, a tomar medidas decisivas y corregir los abusos.
“Los fieles esperan de ustedes liderazgo, y es su sagrado deber asegurarse de que la liturgia en su diócesis se lleve a cabo con la dignidad y la reverencia que exige”, dijeron.
Pidieron a los obispos y sacerdotes que trabajen juntos para garantizar que se sigan las directivas, pidiendo un compromiso renovado con la celebración adecuada y fiel de la liturgia, instando a todos los involucrados a garantizar que las celebraciones litúrgicas reflejen la belleza, el orden y la santidad pretendidos por la Iglesia.
“La liturgia es un anticipo del banquete celestial, un encuentro sagrado con lo divino, y debe ser siempre conducida con la mayor solemnidad y reverencia. Cualquier acción que disminuya este sagrado encuentro debe ser condenada y corregida con la seriedad que merece”, dijeron los obispos.
También expresaron su “más sincero agradecimiento a todos los sacerdotes que, en su celebración de la liturgia, permanecen fieles a las enseñanzas y tradiciones de la Iglesia”.
“Su compromiso con la reverencia, el decoro y la fidelidad defiende la santidad de nuestro culto y sirve como un ejemplo brillante para todos”, dijeron los obispos.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI África.