Más de 70 cristianos nigerianos fueron asesinados y otros 20 estudiantes cristianos de Medicina fueron secuestrados en distintos ataques violentos en el estado de Benue, en el sureste de Nigeria, en las últimas semanas.

Los ataques han renovado los llamados de los defensores de la libertad religiosa para que el Departamento de Estado de Estados Unidos (DOS) designe a Nigeria como “país de especial preocupación”, colocándolo en una lista de vigilancia de países responsables de graves violaciones de la libertad religiosa.

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El periódico nigeriano The Sun informó que un grupo de pastores, con la ayuda de bandidos locales, atacaron la aldea predominantemente cristiana de Ayati en el área del gobierno local de Ukum, matando al menos a 74 personas el 8 de agosto.

En los últimos años, las zonas cristianas de la región se han visto azotadas por ataques de pastores que pertenecen al grupo étnico predominantemente musulmán fulani, así como ataques de insurgencias islámicas, como Boko Haram y la provincia de África Occidental del Estado Islámico. Más de 50.000 cristianos han sido asesinados en los últimos 15 años, entre ellos decenas de sacerdotes católicos.

Según The Sun, los pastores pagaron a los bandidos para acceder a la tierra para pastar ganado. Después de que los aldeanos cristianos los obligaron a irse, los pastores habrían regresado a la aldea para llevar a cabo la masacre. El artículo señala que la comunidad sigue buscando a las personas desaparecidas y que el número de muertos puede ser mayor de lo que se informa actualmente.

En otro incidente que tuvo lugar el 15 de agosto, al menos 20 estudiantes de la Asociación Médica de Nigeria fueron secuestrados en el estado de Benue cuando viajaban a una conferencia organizada por la Federación de Estudiantes Católicos de Medicina y Odontología, en Enugu.

Benjamin Egbo, secretario general de la Asociación Médica de Nigeria, envió una carta a la Policía del país, instándola a tomar medidas para “localizar y rescatar a los estudiantes secuestrados”.

“Dada la urgencia de este asunto y los riesgos potenciales para las vidas de estos jóvenes estudiantes, imploramos a sus oficiales que desplieguen todos los recursos necesarios para garantizar su regreso inmediato y seguro”, dijo Egbo. “[Estamos] profundamente preocupados por la seguridad y el bienestar de estos futuros profesionales médicos, y creemos que una acción rápida y decisiva por parte de la Fuerza de Policía de Nigeria es crucial en este momento”.

Nathan Berkeley, portavoz del Religious Freedom Institute, dijo a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que Nigeria es “el lugar más peligroso del mundo para ser cristiano”, según muchos observadores. Señaló la violencia de bandidos y pastores junto con grupos islamistas como Boko Haram y la Provincia de África Occidental del Estado Islámico.

“Las cifras de Nigeria en los últimos años son desconcertantes”, dijo Berkeley. “En 2022, más de 5.000 cristianos fueron asesinados y más de 3.000 secuestrados. En 2023, hasta 8.000 cristianos nigerianos fueron asesinados. Los cristianos nigerianos también son objeto habitual de acoso e intimidación, como el robo de sus tierras para obligarlos a abandonar la región”.

A pesar de estas cifras, agregó Berkeley, “el gobierno de Estados Unidos se ha negado a nombrar a Nigeria como un país de particular preocupación para la libertad religiosa”.

Inacción del Departamento de Estado

Poco antes de que se hicieran públicas las noticias de los ataques más recientes contra los cristianos, la Comisión de Libertad Religiosa Internacional de los Estados Unidos (USCIRF, por sus siglas en inglés) renovó su llamado para que el Departamento de Estado designe a Nigeria como un país de especial preocupación (CPC, por sus siglas en inglés) por las violaciones sistemáticas y continuas de la libertad religiosa.

“El gobierno [nigeriano] (...) continúa tolerando la violencia atroz contra grupos religiosos por parte de actores no estatales”, afirma el informe de la USCIRF. “Esta violencia afecta a un gran número de cristianos y musulmanes en varios estados de Nigeria y tiene como objetivo tanto a lugares religiosos como a personas de comunidades religiosas”.

Según el informe, los cristianos siguen enfrentándose a la persecución de actores no estatales, como los militantes fulani y los insurgentes islámicos, que afirma que el gobierno tolera. También señala que el gobierno nigeriano impone restricciones sistemáticas a los cristianos a través de la aplicación de las leyes contra la blasfemia y los códigos penales basados en la Sharia en la parte norte del país.

En enero, el Departamento de Estado publicó su lista de naciones que se ajustan a los criterios de un CPC, pero Nigeria no entró en la lista. Más bien, el informe atribuyó la violencia a “enfrentamientos intercomunitarios” y a una competencia por los recursos.

Nina Shea, directora del Centro para la Libertad Religiosa del Instituto Hudson y ex comisionada de la USCIRF, dijo a CNA que el ataque de agosto “es solo un ejemplo de un largo patrón de horribles ataques contra comunidades agrícolas cristianas por parte de militantes fulani”.

“Lo impactante es que después de años de este tipo de ataques, los líderes del gobierno de Abuja [la capital de Nigeria], que son musulmanes, se sientan pasivamente y permiten que esta matanza continúe con total impunidad”, dijo Shea.

“El objetivo tanto de los militantes como de Abuja parece ser la islamización forzada del centro de Nigeria. Nigeria es el lugar más peligroso del mundo hoy en día para los cristianos, que están siendo atacados por su fe”, continuó Shea. “Decenas de sacerdotes y pastores están siendo tomados como rehenes de sus hogares e iglesias y retenidos para pedir rescate, y una vez más el gobierno no enjuicia a los responsables”.

Douglas Burton, editor en jefe de Truth Nigeria y ex funcionario del Departamento de Estado, dijo a CNA que los esfuerzos por minimizar estos conflictos como “simplemente una guerra de recursos entre agricultores y pastores” son “principalmente falsos”, y agregó que “es un conflicto unilateral”.

“Las milicias fulani están bien armadas y son lo suficientemente ricas como para contratar mercenarios cuando lo necesitan”, dijo Burton. “Los grupos de defensa llamados vigilantes son grupos informales de campesinos que se defienden de los ataques con sus escopetas de bombeo. No hay grupos itinerantes de milicias cristianas que ataquen las aldeas fulani en la oscuridad de la noche”.

Burton dijo que cree que la negativa del Departamento de Estado a designar a Nigeria como un CPC tiene sus raíces en intereses económicos y materiales, esencialmente para “mantener una acogedora relación comercial de colaboración entre Estados Unidos y Nigeria”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.