Este mes, la Catequesis del Buen Pastor (CGS, por sus siglas en inglés), un método de aprendizaje catequético para jóvenes estudiantes inspirado en la educación con el método Montessori, celebra 70 años desde su fundación y 40 años como organización oficial en los Estados Unidos.

Fundada por Sofía Cavalletti e inspirada en el estilo educativo de la educadora católica María Montessori, la CGS catequiza a niños desde los primeros años hasta los 12, apelando a la etapa de desarrollo de cada niño y poniendo un fuerte énfasis en la relación del niño con Dios.

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La naciente organización CGSUSA ha crecido desde su establecimiento en los Estados Unidos en 1984, expandiéndose para incluir a cristianos ortodoxos, episcopalianos y otras iglesias cristianas que desean incorporar esta forma atenta, creativa y basada en las relaciones para enseñar a los niños sobre Dios.

En los Estados Unidos, hay más de 6.500 “atrios” o aulas preparadas según las necesidades de desarrollo infantil, con tres oficinas centrales en Arizona, Georgia e Iowa.

CGSUSA cuenta con 4.700 miembros activos de 21 tradiciones cristianas diferentes. Los miembros y catequistas sirven a un estimado de 75.000 niños.

Los espacios de CGS están diseñados para las necesidades de cada grupo de edad, ya sean niños de 16 a 30 meses, de 3 a 6 años, de 6 a 9 años o de 9 a 12 años.

“La Catequesis del Buen Pastor ofrece al niño un lugar y un tiempo para estar con Dios”, comentó Mary Mirrione, directora nacional de CGSUSA.

“Nos dedicamos mucho al cuidado y la formación del catequista, los adultos que están en esa sala con los niños. Pero esa sala está preparada de tal manera que todo en ella apunta a Dios y es una puerta de entrada al misterio de Dios en la que el niño puede entrar”, declaró a CNA, agencia en inglés de EWTN News.

Las salas cuentan con muebles a la medida del niño, dependiendo del rango de edad para el que esté designada el aula. Las obras de arte y las estanterías son de fácil acceso. Las actividades con temática religiosa están disponibles para los niños, como calendarios litúrgicos táctiles, mapas de Tierra Santa y un área de liturgia con un mini altar.

“Tenemos un hermoso conjunto pequeño de todo lo que ven en la Misa, y les ayudamos con los nombres porque están fascinados con los nombres mientras aprenden a hablar”, explicó.

CGS se enfoca en diferentes aspectos de Dios a través de distintas actividades y decoraciones en el aula, así como parábolas, dependiendo de la edad del niño.

El nombre de las aulas, "atrios" (singular "atrio"), se toma del espacio entre la Iglesia y el mundo exterior.

Los catequistas priorizan la relación del niño con Dios en lugar de sólo un aprendizaje factual, enfatizando parábolas como la del buen pastor y la del hijo pródigo.

“No es una asignatura, es una Persona. No es conocimiento lo que están adquiriendo, es una relación que están disfrutando, y, por supuesto, reciben conocimiento en ese disfrute”, sostuvo Mirrione.  

“Por naturaleza, siendo hijos suyos, y en la plenitud de su bautismo, [los niños] tienen una relación con Dios que es entre ellos y Dios. Las únicas personas permitidas en su alma son ellos y Dios. El resto de nosotros, podemos servir eso, y podemos hacerlo bien, pero necesitamos ver quiénes son para poder hacerlo”, agregó.

Fundación y crecimiento

Cavalletti y Gianna Gobbi fundaron CGS en Roma inspirándose en la Iglesia y en la educación al estilo Montessori.

Cavalletti, biblista y teóloga, fue invitada por una amiga a dar catequesis a sus hijos pequeños. Aunque inicialmente comentó que no sabía nada sobre niños, Cavalletti se sintió atraída por sus perspectivas únicas. Tomando inspiración del modo rabínico de leer las Escrituras, al cual estaba acostumbrada, unió fuerzas con la educadora Montessori, Gianna Gobbi, y desarrollaron la CGS.

“Comenzaron un experimento, un experimento Montessori, en un ambiente preparado”, contó Mirrione.

Decidieron llamar al espacio del aula un atrio, inspirado en el espacio entre el mundo y la iglesia.

“En San Pedro, hay ese espacio, y están esas enormes puertas doradas con la vida de Cristo en ellas: ese es el atrio”, explicó. “En San Pablo Extramuros, hay un gran atrio para el catecumenado, porque ahí es donde los catecúmenos aprendían sobre la fe, y ese era el espacio entre ambos”.

La organización creció, y el Papa Juan Pablo II realizó una visita pastoral a un grupo de CGS en la parroquia de Nuestra Señora de Lourdes en Italia, el 13 de febrero de 1983, mientras los niños trabajaban con los catequistas.

“Se acercó a cada grupo y escuchó atentamente, luego hizo una pregunta y luego volvió a escuchar, asombrado y conmovido por las respuestas de los niños”, señaló Mirrione a CNA en un correo electrónico. “Al concluir su visita, le dijo a Sofía y a los catequistas del atrio que nunca había escuchado una homilía tan buena y que era una prueba de que el reino de los cielos pertenece a los niños”.

Crecimiento

Este año, CGSUSA celebra a casi 5.000 miembros activos que ayudan a gestionar o apoyar las ubicaciones de CGS en todo el país, 40 años como asociación y 70 años de CGS. La organización certifica a más de 2.200 catequistas cada año, y los catequistas voluntarios dedican un total estimado de 20.000 horas cada mes.

"Nos tomó un tiempo convertirnos en una asociación porque todavía somos pequeños. Siempre hemos sido pequeños. Pero este año también estamos celebrando, y me llena de alegría, que tenemos casi 5.000 miembros", explicó Mirrione.

Mirrione ha dirigido la organización durante más de 27 años y ha trabajado en catequesis desde principios de la década de 1990.

Explicó que comenzó a tomar clases de CGS a pedido de su párroco y luego sintió una conexión personal con el programa.

"Sin embargo, al pasar por el curso desde el primer día, ser llamada por mi nombre a este lugar tan precioso, que es como una casa de retiro para niños, realmente captó mi atención y mi corazón", recordó. "El Evangelio se proclama de una manera tan esencial".

"Decimos que nuestros fundamentos son la Escritura, la liturgia y el niño, la persona humana que tenemos delante. Y eso, en su simplicidad, es realmente profundo. Por ejemplo, una de las parábolas favoritas de los niños es 'el reino de los cielos es como un grano de mostaza', tan pequeño cuando se siembra, pero crece tanto que los pájaros se cobijan en sus ramas”, continuó.  

"Jesús estaba hablando de las semillas de mostaza de Jerusalén, que creo que, a menos que las veas, no sabes lo diminutas que son; ¡son tan pequeñas! Y cuando caminas por Betania, las pisas. Habría sido tan presente para la gente de su tiempo".

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.