Ante la muerte de un joven durante un enfrentamiento entre recicladores urbanos de Mar del Plata (Argentina), la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias, organismo diocesano, pone en el centro del debate temas como la indiferencia, la desigualdad y la injusticia que enfrentan los sectores más desfavorecidos, llamando a una respuesta contundente, especialmente desde el Estado.
Hace algunos días, un conflicto que se habría originado entre dos grupos de recicladores urbanos en el predio de disposición final de residuos de Mar del Plata (Argentina) provocó la muerte de un joven de 23 años, y varios heridos.
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Según relata el diario local La Capital, efectivos policiales intentaron intervenir, pero les golpearon y les quitaron sus armas.
Aunque algunas versiones indican que fueron los recicladores quienes efectuaron los disparos, los familiares de la víctima aseguran que fue uno de los policías quien disparó, señala el mismo diario.
Ante lo sucedido, la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias emitió un comunicado titulado El precio de la indiferencia, difundido por la agencia AICA.
“La reciente tragedia en el basural de Mar del Plata nos recuerda la profunda desigualdad que atraviesa la ciudad, donde la pobreza y la vulnerabilidad de los sectores más desfavorecidos siguen siendo alarmantes", señala el documento.
"En un lugar donde la precariedad ya es una realidad diaria, este hecho reclama la necesidad urgente de justicia social y pone de relieve la falta de compromiso del Estado para abordar estas problemáticas", considera.
Al calificar al basural como “un sitio emblemático del olvido y la marginalidad”, el comunicado advierte que “se ha convertido en el refugio de muchos marplatenses que, sin otra opción, buscan sobrevivir entre la basura, recolectando materiales reciclables para venderlos y conseguir algo de dinero”.
Allí se congregan “familias enteras en situación de extrema vulnerabilidad, expuestas a riesgos sanitarios, accidentes y ahora a la muerte, como la de un joven trabajador, que ha golpeado duramente a sus comunidades”, lamenta.
Lo sucedido, considera la Mesa de Diálogo, “es un claro reflejo de la falta de políticas públicas que garanticen condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos. La ausencia de programas de inclusión, la falta de trabajo y de servicios básicos en la periferia, condena a los más pobres a vivir en la miseria”.
En ese sentido, sostiene que “la justicia sigue siendo una promesa lejana para aquellos que más la necesitan”.
Finalmente, convoca a la sociedad marplatense a “una respuesta inmediata y contundente”.
“No se trata solo de atender la emergencia, sino de atacar las causas estructurales que la generan”, afirma.
“Es imperativo que el Estado asuma su responsabilidad y se comprometa con políticas que promuevan la equidad, la inclusión y la justicia social, para evitar que estas tragedias se repitan en el futuro y para que los más vulnerables no sigan pagando el precio de la indiferencia”, concluye.