A poco más de dos meses de las elecciones presidenciales en Uruguay —se celebran el 27 de octubre— la Iglesia Católica impulsa un programa que busca generar espacios de diálogo con los candidatos, ofreciendo su aporte en distintas áreas.

El espacio “Iglesia en diálogo” está conformado por miembros del Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal del Uruguay, la Arquidiócesis de Montevideo, la Asociación Uruguaya de Educación Católica, y Cáritas Uruguay.

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Su propuesta es contribuir a buscar caminos “hacia la recomposición del tejido social”, que aporten “a la construcción colectiva de una sociedad más fraterna e integrada”, al mismo tiempo que respete las singularidades, afirman los organizadores en un comunicado con el que presentan el espacio.

En ese marco, llevan adelante encuentros con los precandidatos a presidente, encabezados por el Arzobispo de Montevideo, Cardenal Daniel Sturla. Hasta el momento, participaron del espacio los candidatos Andrés Ojeda y Guido Manini Ríos. Las próximas reuniones serán con Álvaro Delgado y Pablo Mieres.

La intención de la Iglesia Católica, indicaron, es compartir con los candidatos “experiencias y reflexiones” en torno a distintos temas claves —como la salud, educación y la vivienda— y de cara a los desafíos futuros, “sea cual sea el resultado de la instancia electoral”, explican.

Estas experiencias surgen del trabajo de la Iglesia Católica en programas socioeducativos y asistenciales, con el foco en los sectores más vulnerables. Se trata de una trayectoria marcada por “encuentro, reconocimiento y servicio en el territorio”, con los aprendizajes adquiridos a partir de ella, añaden.

En ese marco, se les entregará a los candidatos un documento titulado Aportes para Uruguay, que contiene información sobre distintas iniciativas de carácter social, en las que la Iglesia trabaja con personas de la calle, en programas de educación formal y no formal, trabajo con presos, adictos, mujeres y familias.

El documento también expone, entre otras iniciativas, proyectos dedicados a ofrecer vivienda, otros destinados a personas con discapacidad, a migrantes, y tareas vinculadas al cuidado del medioambiente, atención en el área de salud mental, y trabajo con adultos mayores.

“Iglesia en diálogo” busca también recuperar los lazos entre la Iglesia y el Estado. “Desconocer nuestra institucionalidad puede quebrar gravemente un vínculo que es histórico y muy rico”, afirman desde la Iglesia Católica.

“En esta realidad política que es el Uruguay, los cristianos estamos llamados al compromiso y el primero de ellos es el de construir hoy puentes para que la sociedad no se fragmente en lo político”, señalan en el comunicado.

También hacen un llamado a construir “una comunidad más integrada” que acoja a “los hermanos que viven situaciones que tienden a marginarlos”, y que “brinde oportunidades a todos sus habitantes, no sólo económicas o laborales, sino de realización personal, de una vida llena de sentido, de personas libres y responsables con el ánimo de dejar su huella de bien en su paso por el mundo y de estar abiertos a la trascendencia”.