El Obispo de Huelva (España), Mons. Santiago Gómez Sierra, ha afirmado que el amor a la patria es una virtud que “sin caer en localismos o nacionalismos excluyentes”, se expresa “si transmitimos a las nuevas generaciones la fe cristiana que llena de sentido y esperanza la vida humana”.

También se hace patente, explicó el pelado, “si amamos y respetamos a nuestra familia; si nos unimos a nuestros vecinos para buscar el bien común; si colaboramos para hacer más digno nuestro barrio, pueblo y nación; si conocemos nuestra historia; si nos sentimos orgullosos de nuestra cultura y tratamos de conservarla y darla a conocer; si cumplimos con responsabilidad lo que nos toca hacer para el bien de los demás”.

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Así lo ha explicado durante su homilía pronunciada este lunes con motivo de la celebración del tradicional acto de acción de gracias ante la Virgen del Rocío que se realiza cada año desde 1813 en la localidad de Almonte. 

En él se recuerda el voto realizado por los españoles después de que la aldea de El Rocío, fuera librada de la violencia de las tropas francesas napoleónicas que ocupaban el país desde 1808. 

“La página de la historia que hoy recordamos está llena de heroísmo de los hombres y mujeres almonteños, que arriesgaron su vida por su pueblo y por su patria”, ha explicado el prelado, quien ha subrayado cómo el cuarto mandamiento referido a honrar a los padres, la Iglesia Católica lo aplica también “a otras relaciones humanas más amplias”, lo que implica a otras personas de la sociedad, las instituciones de una nación y la patria. 

En el caso concreto de la patria española, Mons. Gómez Sierra ha señalado que “es necesario el esfuerzo por la unidad hoy, particularmente, en España, cuando estamos sufriendo graves tensiones contra la unidad nacional, el orden constitucional y la solidaridad interterritorial, en un alarmante fenómeno que algunos llamaron un 'proceso de desagregaciones'".

El prelado hace así referencia a las tensiones políticas que, en especial en los últimos años, se viven desde el intento de golpe de Estado secesionista en Cataluña en 2018 y por los pactos políticos derivados de esa situación que han preocupado a los obispos españoles