El colectivo de derechos humanos “Nicaragua nunca más” y la investigadora Martha Patricia Molina publicaron 2 informes en los que revelan las graves violaciones a la libertad religiosa por parte de la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta Rosario Murillo; y que el régimen autoritario ha perpetrado 870 ataques contra la Iglesia Católica entre 2018 y julio de 2024.
Primer informe sobre la libertad religiosa en Nicaragua
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El 13 de agosto, el colectivo “Nicaragua nunca más” presentó el cuarto boletín sobre libertad religiosa, que comprende el periodo entre abril y julio de 2024 en el que denuncian que “el régimen Ortega-Murillo ha incrementado el hostigamiento contra personas laicas y líderes religiosos”.
“Estas agresiones son evidentes a sacerdotes, obispos, religiosas, a la feligresía, pero no solamente de la Iglesia Católica sino también contra la Iglesia evangélica”, explicó Wendy Quintero, miembro del grupo, durante la presentación del informe.
“Hay 420 organizaciones cristianas que han sido canceladas, incluyendo a Cáritas de Matagalpa”, incluidas las 15 que cerraron el 12 de agosto, continuó.
Ese día, la dictadura de Nicaragua canceló la personalidad jurídica de Cáritas Matagalpa, la diócesis del obispo exiliado Rolando Álvarez, y de 5 iglesias cristianas, a través de acuerdos ministeriales publicados en el diario oficial La Gaceta.
“Se han confiscado al menos 22 medios de comunicación religiosos, siendo el último Radio María, cuya última transmisión fue el pasado 9 de julio de 2024”, continuó. Ese día la dictadura de Ortega y Murillo canceló la personalidad jurídica de Radio María Nicaragua, así como la de varias iglesias evangélicas.
Quintero resaltó además que “se han desterrado 51 sacerdotes sin juicio, violando sus derechos a la residencia y a la libre circulación”.
“Al menos hay 21 pastores evangélicos que permanecen en el exilio y otros 3 pastores fueron impedidos de ingresar al país. Este patrón de persecución ha llevado a la expulsión y desplazamiento forzado de más de 200 personas religiosas y al incremento de la vigilancia de actividades realizadas, sobre todo a la Iglesia Católica”.
Quintero refirió además que la dictadura “ha obligado a salir del país a 34 sacerdotes en los primeros 4 meses de 2024. En total desde 2018 hay al menos 222 religiosos desterrados, incluyendo 91 monjas”.
“Se ha logrado identificar al menos a 52 personas religiosas y familiares de estas que han quedado en situación de apatridia de facto”, es decir que han sido despojados de su nacionalidad.
El drama de Matagalpa
Por su parte, el abogado Salvador Marenco, miembro del colectivo de derechos humanos, denunció que “uno de los puntos donde se está focalizando la represión ha sido en Matagalpa, un departamento, un municipio que era un foco de fe, un foco de esperanza”.
Para Marenco, la represión se centra en Matagalpa porque la estrategia de la dictadura “se centra en atacar los lugares representativos. No podemos olvidar que se levantó la voz de la comunidad internacional por la detención y posterior destierro de monseñor Rolando Álvarez, que era una figura que evidentemente tenía un peso fuerte y específico en Matagalpa”.
Matagalpa es la diócesis de Mons. Rolando Álvarez, obispo defensor de los derechos humanos y crítico de la dictadura, que fue detenido, confinado en su casa y condenado a 26 años de prisión en un cuestionado proceso judicial. Fue deportado en enero de este año a Roma, donde ahora vive exiliado.
Puede encontrar el informe del colectivo Nicaragua nunca más aquí: https://colectivodhnicaragua.org/informes/#2024
870 agresiones contra la Iglesia Católica en Nicaragua
Este jueves 15 de agosto, en el día de la Asunción, la abogada e investigadora exiliada Martha Patricia Molina presentó la quinta entrega de su informe Nicaragua: ¿Una Iglesia perseguida?, que da cuenta de 870 agresiones de la dictadura de Ortega y Murillo contra la Iglesia Católica entre abril de 2018 y julio de 2024.
El informe menciona y describe cada una de las 870 agresiones, y en muchas de las descripciones incluye algún testimonio, foto o publicación que da cuenta de la misma, además de indicar la fecha exacta en la que ocurrió.
Eduardo Martínez, editor jefe del diario La Prensa Nicaragua, ha escrito el prólogo de esta edición. Allí señala que “el informe inició con una pregunta, ¿Una Iglesia perseguida? Sin embargo, seis años después, las 870 agresiones que hasta el momento Molina ha documentado contra la Iglesia, ya no dan lugar a la duda”.
“Las agresiones están clasificadas en siete categorías, que van desde ataques físicos y profanaciones hasta cierres arbitrarios de instituciones religiosas, encarcelamiento de decenas de sacerdotes, incluyendo dos obispos, y el destierro, hasta la fecha, de 143 clérigos, lo que representa más del 23 por ciento del total del clero en Nicaragua”, prosigue.
“Como consecuencia de esa brutal agresión, la Iglesia está silenciada, ningún sacerdote, ni dentro ni fuera del país se atreve a hablar de política y menos de criticar al régimen”, lamenta.
El informe, como la misma Molina explicó hace unos días, no consigna la detención de nueve sacerdotes en Estelí y Matagalpa, siete de los cuales fueron desterrados el 7 de agosto a Roma.
La introducción del informe de 387 páginas indica luego que “actualmente la Iglesia Católica atraviesa un período de silencio prolongado, liderado por los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), quienes han sufrido la peor embestida de todos sus tiempos”.
Esto, prosigue el texto, con tres obispos exiliados: “Mons. Silvio José Báez, [Obispo Auxiliar de Managua] quien se exilió por solicitud personal del Papa Francisco porque había planes de la dictadura sandinista para asesinarlo. Mons. Rolando José Álvarez, Obispo de la Diócesis de Matagalpa [y Administrador Apostólico de Estelí], quien después de haber sido secuestrado durante 526 días, enfrentó un proceso antijurídico, después fue desnacionalizado y desterrado al Estado Vaticano”.
El tercer obispo exiliado es “Mons. Isidoro Mora, obispo de la Diócesis de Siuna quien fue secuestrado por la Policía Nacional de Nicaragua para luego ser encarcelado y desterrado a Roma” en enero de este año, enviado allá con Mons. Álvarez y otros 17 miembros del clero nicaragüense.
La primera entrega del informe se presentó en mayo de 2022 y recopilaba 190 agresiones contra la Iglesia, la segunda de noviembre del mismo año consideraba 396, la tercera listaba 529; y la cuarta 667 agresiones contra la Iglesia Católica en Nicaragua.
Molina señala además que son 154 miembros del clero (obispos, sacerdotes, diáconos y seminaristas) además de 91 religiosas quienes están en el exilio.
Asimismo, el texto precisa que entre abril de 2018 y julio de 2024, la dictadura de Nicaragua ha prohibido en total 9.688 procesiones y actividades religiosas.
Puede encontrar el informe completo aquí: https://www.aciprensa.com/pdf/nicaragua-iglesia-perseguida-v-entrega.pdf