La Iglesia Católica en México manifestó su preocupación ante la posibilidad de una “sobrerrepresentación de algunas fuerzas políticas” en el Congreso de la Unión, el órgano legislativo federal del país, tras la reciente victoria del partido político Morena y sus aliados en las elecciones del 2 de junio.

Además de su victoria en la elección presidencial, la alianza Sigamos Haciendo Historia —que reúne a los grupos políticos Movimiento Regeneración Nacional (MORENA), Partido del Trabajo (PT), y Partido Verde Ecologista de México (PVEM)—  logró obtener 256 de las 300 diputaciones de voto directo y 62 de las 96 senadurías que asumirán funciones el día 1 de septiembre de 2024, para concluir el día 31 de agosto de 2027.

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Sin embargo, aún está pendiente la asignación de 200 diputados y 32 senadores que las autoridades electorales distribuirán bajo el sistema de representación proporcional. Este mecanismo, establecido en la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, está diseñado para garantizar la representación de las minorías políticas en el congreso mediante fórmulas matemáticas específicas.

Según cálculos preliminares realizados por Luisa María Alcalde, titular de la Secretaría de Gobernación del Gobierno de México (Segob) el pasado 5 de junio, con los legisladores que se le asignarían por representación proporcional, la coalición Sigamos Haciendo Historia podría obtener un total de 372 diputaciones de las 500 disponibles y 83 de las 128 senadurías, lo que le permitiría realizar reformas constitucionales sin necesidad de consenso con los partidos de oposición.

Proyección de la composición de la Cámara de Diputados. Crédito: Gobierno Federal
Proyección de la composición de la Cámara de Diputados. Crédito: Gobierno Federal
Proyección de la composición de la Cámara de Senadores. Crédito: Gobierno Federal
Proyección de la composición de la Cámara de Senadores. Crédito: Gobierno Federal

Ante este panorama, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un mensaje este 14 de junio en el que subraya que en una “verdadera democracia” deben existir “‘las mayorías’, pero sin menoscabo alguno de las minorías’”, quienes también deben tener un espacio en el debate público.

Los obispos expresaron su confianza en que las autoridades competentes, como el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial (TEPJF) “actuarán con responsabilidad y congruencia” al designar oficialmente a los diputados de la siguiente legislatura. 

“Esto implica evitar una injusta sobrerrepresentación de algunas fuerzas políticas. Recordemos que la Constitución ha establecido un equilibrio entre los legisladores de los distintos partidos y coaliciones, y este equilibrio debe ser honrado y mantenido”, señaló el Episcopado. 

Asimismo, la CEM instó al gobierno federal a abstenerse de “cualquier tipo de intervención o presión sobre las autoridades electorales en las decisiones pendientes”, esto con el espíritu de preservar su autonomía. 

A los ciudadanos, los obispos hicieron un llamado a “unir fuerzas y voluntades en torno a la democracia”. De la misma forma, le pidieron a los mexicanos mantenerse atentos a la conformación de un Congreso de la Unión que “refleje fielmente la pluralidad de nuestra sociedad”. 

“Un congreso verdaderamente representativo debe ser espejo de la diversidad de voces y de la voluntad expresada por el pueblo mexicano en las urnas”, expresó el mensaje.  

La Iglesia se comprometió a continuar orando y trabajando por un país “más justo y fraterno, donde la dignidad de cada persona sea respetada y donde el bien común guíe nuestras decisiones políticas y sociales”.