El próximo Jubileo Ordinario de la Esperanza 2025, anunciado por el Papa Francisco a través de la bula Spes non confundit, marca un evento muy esperado y trascendental para la Iglesia Católica.
Con la apertura de las Puertas Santas en las principales basílicas de Roma, los fieles de todo el mundo están invitados a experimentar un renovado encuentro con el “Señor Jesús, ‘puerta’ de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como ‘nuestra esperanza’”, señala la bula de convocatoria.
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Este evento, que ocurre cada 25 años, ofrece una oportunidad única para la conversión, la reconciliación y el fortalecimiento de la fe. A continuación, cinco datos esenciales sobre las Puertas Santas y su significado en este Jubileo.
El día de la apertura de las Puertas Santas
Según la bula de convocatoria, el Papa Francisco abrirá la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro en el Vaticano el 24 de diciembre de 2024, dando inicio formal al Jubileo. Le seguirán la apertura de las Puertas Santas de la Basílica de San Juan de Letrán el 29 de diciembre, de la Basílica de Santa María la Mayor el 1 de enero de 2025, y finalmente de la Basílica de San Pablo Extramuros el 5 de enero.
¿Qué pasa con otras iglesias o santuarios?
Aunque en ocasiones anteriores algunas catedrales y santuarios internacionales abrieron simbólicamente Puertas Santas, el Papa ha especificado que para este Jubileo las indicaciones se limitan exclusivamente a las basílicas papales. Esto, según el Dicasterio para la Evangelización, subraya el carácter único de este signo jubilar en la tradición de la Iglesia.
El significado espiritual de las Puertas Santas
El paso a través de una Puerta Santa durante el Jubileo simboliza la entrada en una nueva vida en Cristo y el inicio de un camino de conversión. La bula describe este acto como una “experiencia viva del amor de Dios, que suscita en el corazón la esperanza cierta de la salvación en Cristo.”
Asimismo, existen explicaciones bíblicas que resaltan la importancia de la Puerta Santa a través de los mensajes y títulos de Jesús: “Así que yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11,9); “Yo estoy a la puerta y llamo; si oyes mi voz y abres la puerta, entraré en ti, y cenaré contigo, y tú conmigo” (Apocalipsis 3,20); “Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo” (Juan 10,9).
La indulgencia plenaria: el corazón del Jubileo
La indulgencia plenaria es el signo más característico del Año Jubilar, transmitido desde el primer Jubileo en 1300. Como explicó el Dicasterio, la indulgencia busca expresar “la plenitud del perdón de Dios que no conoce confines”. Para obtenerla, se invita a los fieles a: estar debidamente arrepentidos y confesados, recibir la Eucaristía, rezar por las intenciones del Papa. La indulgencia también puede ser aplicada como sufragio por las almas del Purgatorio.
La indulgencia puede obtenerse, por ejemplo, durante las sagradas peregrinaciones. Es el caso de Roma, al visitar al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores: de San Pedro en el Vaticano, del Santísimo Salvador en el Laterano, de Santa María la Mayor, de San Pablo Extramuros.
Para saber que otros lugares visitar y de qué otras maneras obtener indulgencias durante el Jubileo 2’25: ingrese AQUÍ.
El día de la clausura del Jubileo
El Jubileo concluirá con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 6 de enero de 2026, durante la festividad de la Epifanía del Señor, en la que se recuerda la “manifestación” del Mesías esperado a todos los pueblos de la humanidad. Este acto marcará el final de un año lleno de gracia, oración y renovación espiritual.
Siempre habrá momentos de peregrinación y reconciliación
La peregrinación hacia las Puertas Santas es un acto central del Jubileo. Se anima a los fieles a realizar un camino de reflexión y penitencia, especialmente a través del sacramento de la Reconciliación, el cual es descrito en la bula como “punto de partida insustituible para un verdadero camino de conversión.”
Durante el Jubileo, los fieles podrán realizar la peregrinación a las Siete Iglesias, una de las tradiciones romanas más antiguas. Son unos 25 kilómetros a través de la ciudad, llegando hasta la campiña romana, las catacumbas y algunas de las basílicas de Roma.
Los fieles también podrán visitar las llamadas “iglesias jubilares”, que son lugares de encuentro para los peregrinos. En estas iglesias se celebrarán catequesis en diferentes idiomas para redescubrir el significado del Año Santo, habrá ocasión de experimentar la Confesión y la oración profunda. El listado de iglesias romanas se encuentra AQUÍ.