Kharkiv, una de las regiones más golpeadas por los bombardeos rusos en Ucrania, ha recibido un nuevo cargamento de ayuda enviado por el Papa Francisco y organizado por el Dicasterio de la Caridad al cargo del Cardenal limosnero Mons. Konrad Krajewski.

Después de cuatro días de ruta desde Roma, los camiones llegaron a la ciudad ucraniana el pasado lunes 12 de agosto con alimentos no perecederos, enseres de higiene, ropa, medicinas y otros artículos de primera necesidad.

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En la operación de ayuda humanitaria también colaboró un grupo de la Guardia Suiza, según detalla Vatican News, que cargó los camiones con la ayuda que se guardaba en la parroquia romana de Santa Sofía. 

Esta ayuda ha sido compartida con la Iglesia greco-católica local. El obispo greco-católico Vasyl Tuchapets, del exarcado de Kharkiv ha enviado un mensaje de agradecimiento: “Alabado sea Jesucristo. La ayuda humanitaria de Roma ha llegado a nuestra catedral. Quiero dar las gracias especialmente al padre Marco Semehen, que ha organizado la colecta para los habitantes de Kharkiv que sufren a causa de la guerra”. 

“Doy las gracias a la Asociación de Santa Sofía, a los voluntarios y a los miembros de la comunidad de Roma que prepararon y enviaron esta ayuda. Llegaron productos que la gente siempre pide, así como otras cosas que necesitan”, añadió.

Este cargamento se hace especialmente útil ya que Kharkiv está recibiendo mucha población proveniente de lugares cercanos a la frontera con Rusia. 

“Muchas de estas personas han llegado a Kharkiv y acuden a nosotros todos los días pidiendo comida y otros artículos de primera necesidad, como ropa de cama y vajilla, porque a menudo han tenido que huir con sólo sus papeles en la mano para salvar la vida. Así que esta ayuda humanitaria es realmente importante y vuelvo a dar las gracias a todos los benefactores que aceptaron nuestro llamamiento y decidieron ayudar a los habitantes de Kharkiv que sufren a causa de la guerra” ha expresado el prelado greco-católico.

Por su parte, el Cardenal Krajewski se ha congratulado de que la ayuda humanitaria haya llegado a su destino, en una operación que se ha mantenido en secreto hasta ahora por motivos de seguridad: “Es una verdadera alegría recibir la noticia de que los camiones con regalos del Santo Padre y de muchos romanos han llegado a su destino en Ucrania”.