La Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) ha emitido una declaración en la que rechaza las “falsas afirmaciones” de que las organizaciones católicas sin fines de lucro son cómplices en la trata de personas, el contrabando, la acogida o la explotación infantil a través de la frontera sur del país.
“Las organizaciones católicas cooperan en la prestación de ayuda humanitaria con funcionarios locales, estatales y federales”, se lee en la declaración de los obispos. “Esto incluye trabajar con las fuerzas del orden para identificar y contrarrestar las actividades delictivas, como la trata de personas, y ayudar a quienes han sido víctimas de delitos”.
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Según los obispos, las agencias federales a menudo confían en las organizaciones católicas como “socios de confianza dentro de las comunidades locales”. Esas agencias incluyen la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas y la Oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional.
La declaración de los obispos se produce en momentos en que funcionarios públicos en Texas y otros lugares han examinado a las organizaciones católicas sin fines de lucro sobre sus actividades para ayudar a los migrantes que ingresan a Estados Unidos a través de la frontera con México. Millones de personas han ingresado ilegalmente a los Estados Unidos en los últimos años, y muchas también han solicitado el estatus de asilo.
“La doctrina católica distingue entre las personas y sus acciones”, se lee en el comunicado. “Cada persona, ya sea nativa o inmigrante, documentada o indocumentada, está imbuida por Dios con la misma dignidad. Los católicos están obligados por la Sagrada Escritura y la doctrina de la Iglesia a reconocer a todos como hermanos y hermanas y servirles en consecuencia”.
Según los obispos, las organizaciones católicas sin fines de lucro brindan “servicios espirituales, sociales y legales” a quienes ingresan al país. Esto incluye ayudar a los migrantes a cumplir con sus obligaciones legales y trabajar para proteger a las personas vulnerables de la explotación, como la trata de personas. Las organizaciones también proporcionan apoyo adicional, como refugio y asistencia médica.
“Al igual que todas las organizaciones que reciben fondos públicos, se espera que las organizaciones católicas se adhieran a los requisitos para el uso de esos fondos, de acuerdo con las leyes aplicables y la enseñanza de la Iglesia”, agregó el comunicado.
Los obispos se refirieron a las acusaciones de que las organizaciones sin fines de lucro son cómplices en el tráfico de niños como “completamente antitéticas a sus esfuerzos”. Más bien, los obispos declararon que los niños migrantes sólo pueden ser colocados con un patrocinador a través del gobierno federal, un proceso con el que las organizaciones católicas ayudan a los funcionarios federales.
“Las acusaciones de que la Iglesia está traicionando a los Estados Unidos, violando su estatus de exención de impuestos o buscando nuevos miembros a través de sus ministerios que atienden a los recién llegados no son nada nuevo”, añadieron los obispos. “El sesgo anticatólico, las motivaciones políticas y la desinformación han sustentado durante mucho tiempo estas afirmaciones. Sin embargo, ayudar a los recién llegados es una de las obras corporales de misericordia y es parte integral de la identidad católica”.
En febrero, el fiscal general de Texas, Ken Paxton, demandó a una organización católica sin fines de lucro llamada Annunciation House con base en acusaciones de que la organización facilita la inmigración ilegal, alberga a personas que ingresaron ilegalmente al país y participó en el tráfico de personas. Annunciation House negó esas acusaciones y un juez bloqueó el esfuerzo de Paxton para revocar la licencia del grupo para operar. Posteriormente, Paxton apeló la decisión y continuó investigando a la organización sin fines de lucro.
Paxton también está investigando a Catholic Charities del Valle del Río Grande con base en acusaciones de que el grupo está facilitando la inmigración ilegal. Paxton es protestante, pero el gobernador de Texas, Greg Abbott, quien le pidió a Paxton que investigara a las organizaciones sin fines de lucro que podrían estar facilitando la inmigración ilegal, es católico.
En junio, el gobernador de Luisiana, Jeff Landry, quien es católico, vetó 1 millón de dólares en fondos para Catholic Charities con base en acusaciones de que ha facilitado la inmigración ilegal.
En abril, el representante Henry Cuellar, Demócrata de Texas, católico, y la representante Mónica de la Cruz, Republicana de Texas, protestante, acusaron a Catholic Charities de la Arquidiócesis de San Antonio de usar inapropiadamente fondos federales para proporcionar pasajes aéreos a los migrantes. José Antonio Fernández, director ejecutivo de Catholic Charities San Antonio, le dijo en esa ocasión a CNA —agencia en inglés de EWTN News— que proporcionar pasajes aéreos a los migrantes no viola las reglas de la subvención.
El ex juez de inmigración Andrew Arthur, católico y actual miembro del Centro de Estudios de Inmigración, dijo a CNA que cree que es apropiado investigar las acusaciones de irregularidades, “seguir la evidencia” y responder en consecuencia.
“No creo que nadie afirme que estos problemas son de todo el sistema, pero es una de esas cosas que es apropiado que los gobiernos estatales y federales analicen para asegurarse de que no haya violaciones de la ley y que los fondos se utilicen de manera adecuada”, dijo Arthur.
El Obispo de El Paso, Mons. Mark Seitz, quien lidera el Comité de Migración de la USCCB, ha criticado los esfuerzos del gobierno del estado de Texas para restringir los cruces fronterizos. También criticó la acción ejecutiva del presidente Joe Biden en junio para evitar que los migrantes ingresen al país cuando aumentan los cruces fronterizos.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.