En una entrevista con EWTN Noticias, una misionera que trabaja en Haití desde hace 20 años, la Hna. Paesie, y una periodista italiana, Lucía Capuzzi, recordaron la vida de la religiosa Luisa Dell’Orto, asesinada en 2022 mientras servía en el país caribeño.
La Hna. Paesie, fundadora de la comunidad católica Familia Kizito, recordó el primer encuentro con la Hna. Luisa Dell’Orto en la parroquia de Saint-Louis de Montfort, en Delmas (Haití), donde Paesie dirige un hogar para niños.
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“Ella tenía un niño que cuidaba, pero el niño quería estar en la calle. Luisa estaba muy preocupada por él, ya que corría el riesgo de ser reclutado por una banda. Así que vino con él a verme y me pidió que lo acogiera en el hogar de niños, lo cual hice. Era un niño pequeño llamado Jutsan”, compartió la religiosa.
“Desde ese momento, la Hna. Luisa Dell’Orto se convirtió en una presencia regular en el hogar, visitando a los niños en forma frecuente”, añadió.
El asesinato de la Hna. Luisa generó una gran consternación entre los más vulnerables de Haití. Históricamente, la violencia ha sido parte de la cotidianidad en el país, de manera especial desde hace algunos meses, cuando bandas criminales organizadas se levantaron en contra del Estado y llegaron a controlar más del 80% del territorio de la capital, Puerto Príncipe.
“Fue un gran choque, especialmente por la personalidad de la Hna. Luisa. Era una persona muy dulce, tranquila, reservada y muy querida por todos. La violencia de su muerte fue muy impactante para los niños de los que se ocupaba, los jóvenes seminaristas y todos los sacerdotes de Haití, ya que prácticamente todos los ordenados en los últimos veinte años fueron sus alumnos”, comentó la fundadora de la Familia Kizito.
“Ella enseñaba en los Salesianos y en el seminario diocesano. Así que su muerte fue un gran impacto para todos”, precisó.
Parte importante del legado de la Hna. Luisa se sintetizó en el Centro Charles de Foucauld, una organización en la que se atiende las necesidades de niños vulnerables a través del voluntariado. La periodista italiana Lucía Capuzzi recopiló la vida y obra de la Hna. Luisa, en especial la labor del Centro Charles, en su libro La hermana universal.
Capuzzi conoció a la religiosa en 2020, durante un viaje a Haití para conmemorar los diez años del terremoto que devastó el país.
“En esa ocasión yo estuve en el Centro Charles de Foucauld de la hermana Luisa, que la hermana Luisa había creado, y donde ella acogía los chicos del barrio, los hacía estudiar en la tarde, hacían las tareas y sobre todo en esa escuela también estudiaban unos cuantos restavek”.
Un restavek es un niño haitiano que es enviado por sus padres a trabajar a un hogar de acogida como sirviente doméstico, porque los padres carecen de los recursos necesarios para mantenerlo.
"Luisa conseguía, hablando con las personas que hospedaban a estos niños, que por lo menos los mandaran al Centro Charles para que pudieran estudiar”, destacó la periodista italiana.
Asimismo, señaló que lo que más le marcó de la Hna. Luisa fue su capacidad para combinar su labor intelectual con un profundo compromiso práctico.
“Ella creía que efectivamente el conocimiento, el saber, la cultura, podrían cambiar la situación de la isla”, comentó Capuzzi.
“Lo creyó hasta el último y por eso decidió quedarse en Haití, aunque la situación se había hecho súper complicada. Se sabe que había recibido ella también amenazas, que la situación se había vuelto muy difícil”, agregó.
A pesar de todas las dificultades y de los peligros que se asomaban en contra de su vida, “decidió quedarse y decidió apostar toda su vida por Haití, en los haitianos, para no dejarlos en un momento difícil”, concluyó.