Una boxeadora argelina con cromosomas masculinos derrotó a una boxeadora italiana en un combate de boxeo olímpico el jueves tras propinarle un golpe devastador en la cara en una breve pelea de 46 segundos.
La boxeadora ganadora, Imane Khelif, tiene cromosomas XY, según una prueba de elegibilidad de la Asociación Internacional de Boxeo de 2023, que la descalificó del Campeonato Mundial de ese año.
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Habitualmente, los hombres tienen cromosomas XY y las mujeres tienen cromosomas XX, pero una persona nacida con un trastorno del desarrollo sexual puede tener características sexuales masculinas y femeninas.
Por ejemplo, alguien con síndrome de Swyer puede tener cromosomas XY y genitales femeninos. Khelif nunca se ha identificado públicamente como transgénero ni ha revelado ningún trastorno del desarrollo sexual, por lo que la razón del resultado de la prueba no está clara.
La boxeadora taiwanesa Lin Yu-ting, que también fue descalificada del Campeonato Mundial de 2023 por tener cromosomas XY, también competirá contra mujeres en los Juegos Olímpicos de 2024.
Tanto Khelif como Lin compitieron en los Juegos Olímpicos de 2020, antes de la publicación de esas pruebas.
Angela Carini, quien perdió el combate contra Khelif, abandonó el ring llorando y se negó a darle la mano a Khelif. Según el New York Post, mientras aún estaba en el ring, gritó “esto es injusto”.
En una entrevista posterior al combate, Carini dijo que “nunca me habían golpeado tan fuerte en mi vida”, según el Post. De acuerdo con Yahoo Sports, Carini se disculpó con su país después del combate por haber durado solo 46 segundos en la pelea.
“Entré al ring para pelear,” dijo Carini, según Yahoo. “No me rendí, pero un golpe dolió demasiado y entonces dije basta. Salgo con la cabeza en alto”.
El artículo también informó que el entrenador de Carini, Emanuel Renzini, dijo después del combate que muchas personas la desanimaron a competir en la pelea, diciéndole: “No vayas, no vayas, por favor. Es un hombre. Es peligroso para ti”.
Mary Rice Hasson, directora del Proyecto Persona e Identidad en el conservador Ethics and Public Policy Center, dijo a CNA — agencia en inglés de EWTN News — que un trastorno del desarrollo sexual “no hace que alguien ‘no sea hombre’” y que “la genética no miente”.
“La decisión del [Comité Olímpico Internacional] de permitir que los hombres que se identifican como ‘mujeres’ participen en deportes femeninos, particularmente en un deporte físicamente brutal como el boxeo, es inconcebible”, dijo Hasson. "La boxeadora italiana detuvo el combate porque sintió que su vida estaba en peligro, después de ser golpeada por la boxeadora argelina en menos de un minuto”, señaló.
Hasson dijo que la situación “exhibe, en el escenario mundial, la naturaleza ridícula de la farsa ‘transgénero’” y agregó que “los hombres y las mujeres son biológicamente diferentes desde la concepción, y el sexo no puede cambiar”.
Asimismo, afirmó que la “sensibilidad” del comité viola “el verdadero espíritu olímpico de competencia justa [y] … degrada y pone en peligro a las competidoras femeninas”.
La ex nadadora Riley Gaines, quien compitió contra el nadador transgénero biológicamente masculino Lia Thomas en la universidad, dijo en una publicación en X que el combate olímpico “es violencia masculina glorificada contra mujeres”.
“Llámame loca, pero parece que las mujeres no quieren ser golpeadas en la cara por un hombre mientras el mundo observa y aplaude”, aseveró Gaines.
El próximo combate olímpico de Khelif está programado para el sábado contra la boxeadora húngara Luca Anna Hamori. El primer combate de Lin está programado para este viernes contra la boxeadora uzbeka Sitora Turdibekova.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.