El Cardenal Kurt Koch, presidente del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos ha expresado que un cónclave “no sea una cosa política, sino una oración” y que un Papa “debe ser un hombre de fe” en una reciente entrevista concedida al canal español de YouTube Cónclave Informa.

“Para mí es importante que el cónclave no sea una cosa política, sino una oración. Sobre todo, el protagonista principal de un cónclave es el Espíritu Santo y debemos rezar por esto”, ha señalado. 

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En este contexto, ha expresado que “un Papa tiene como primera tarea ser fiel a la voluntad de Dios, porque debe instruir a todo el pueblo cristiano” y, en consecuencia, “debe ser un ejemplo de buscar la voluntad de Dios”. 

Además, ha enfatizado que “un Papa debe ser un hombre de fe y sobre todo también de los valores cristianos en el mundo. Especialmente en Europa, que ha perdido muchas, muchas raíces cristianas de su historia y no augura un buen futuro”.

También señala que el documento El Obispo de Roma, es “sobre todo un documento de estudio” que parte de la convicción de que “el primado del Obispo de Roma es un don del Espíritu Santo que no podemos conservar solamente para nosotros”.

“Está claro que algunos ven que tenemos necesidad de una cabeza, un primero a todos los niveles de la Iglesia, al nivel local, regional y universal. Sobre todo algunos ortodoxos lo ven así. Con los protestantes es muy distinta la situación”, ha añadido al respecto.

La crisis de la Iglesia Católica y la catequesis

El Cardenal Koch asevera que “la gran crisis de fe que tenemos en la Iglesia de hoy es también una crisis de la catequesis, porque es muy importante para vivir la fe en la sociedad de hoy”. 

“Si los jóvenes no saben más qué es el cristianismo, qué es la fe cristiana, no pueden crecer en la fe y luego la dejan atrás. Por esto la catequesis tiene una primacía primordial en la vida de la iglesia, o debería tenerla”, ha añadido, antes de subrayar la necesidad de cultivar la relación personal con Dios: 

“Es muy importante que los fieles tengan una relación personal con Dios. Si no rezan, no tienen un contacto personal con Dios, no pueden conocer la realidad divina. Porque incluso entre hombres, si una persona habla solamente de otra, pero no habla con ella, no la puede conocer más”.

Clave para interpretar el Concilio Vaticano II

Preguntado por las voces que afirman que la Iglesia Católica ha sufrido un proceso de “protestantización” tras el Concilio Vaticano II, el Cardenal Koch considera que “el problema fundamental es cómo vemos, cómo leemos el Concilio Vaticano II, sobre todo los textos, no solamente el Espíritu”.

Así, consideró como “muy importante” seguir la enseñanza de Benedicto XVI sobre la aplicación de una hermenéutica de la reforma y no de la ruptura al analizar el Concilio Vaticano II. 

La Eucaristía, clave de conversión 

Basado en su experiencia en el diálogo ecuménico, y habiendo sido testigo de numerosas conversiones desde el protestantismo, el Cardenal Koch subraya que la Eucaristía tiene un papel fundamental en estos procesos. 

“He preguntado a estas personas: ¿Por qué? Y la respuesta siempre ha sido: Por la Eucaristía. Porque no hemos vivido en la fe protestante la celebración de la muerte y resurrección de Cristo que está verdaderamente presente en nuestra vida. Y por esto queremos cambiar y convertirnos en católicos”, ha narrado.

Este es el motivo por el que anima a “profundizar en la realidad eucarística también en nuestra Iglesia” ya que “la Eucaristía es fuente y culmen de la vida de la Iglesia”.

La Virgen María, modelo de la Iglesia

“María es el modelo de la Iglesia. Todo lo que la Sagrada Escritura dice de la Iglesia, lo ha dicho antes de María. Y de María la Iglesia puede aprender qué es la Iglesia”, ha explicado el Cardenal Koch. 

“Si vemos en la Sagrada Escritura la veneración a María está presente y si queremos ser fieles a la Sagrada Escritura, no podemos olvidar a María, sino que debemos ver la realidad principal de la fe mariana. Y esto es muy, muy importante”, ha continuado. 

En un contexto ecuménico, el purpurado añadió que “hoy tenemos que profundizar en la fe, también en el ecumenismo, que debe ser una realidad de la fe, porque el fin del ecumenismo es la fe, fe apostólica, que cada nuevo miembro del cuerpo de Cristo recibe en el bautismo. El ecumenismo tiene que ser una cosa bautismal. La fe no es sobre todo una iglesia política, eclesial, sino que debe ser el centro de la vida”.

Un deseo ante la secularización de España

Por otro lado, ha expresado su deseo de que “la fe permanezca en la sangre del pueblo español” en una reciente entrevista a Cónclave Informa.

“Sería muy bonito ver que la fe permanece en la sangre del pueblo español. Espero que sea así”, expresó el Purpurado quien valoró que España tiene “una historia grande”, pese a lo cual, reflexiono sobre el hecho de que “cuando se visitan las catedrales, las basílicas, las iglesias, parecen museos y a veces me pregunto: ¿Dónde están los fieles que puedan rezar? Pero espero que no sea una realidad extendida y que en las parroquias sea distinto”, concluyó.