Ante la ola de violencia y represión desatada por el régimen de Nicolás Maduro, en contra de los manifestantes que de manera espontánea se expresan en contra del resultado de la elección presidencial del pasado 28 de julio, los obispos de Venezuela señalaron “que la vida y la dignidad de cada persona deben ser respetados y custodiados”.
Después de que el Consejo Nacional Electoral (CNE), controlado por el chavismo, proclamara a Maduro como el ganador definitivo de la elección, sin publicar las actas electorales correspondientes y con serios cuestionamientos —nacionales e internacionales— sobre la legitimidad del proceso de totalización de votos, se generaron protestas masivas y espontáneas en todo el país.
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Desde el lunes 29 de julio, según el principal candidato opositor Edmundo González Urrutia, se registran 11 personas fallecidas —la mayoría jóvenes de menos de 25 años de edad—, y 429 detenciones ilegales por parte de los organismos de seguridad del Estado.
González Urrutia y María Corina Machado, líder de la oposición venezolana, han llamado a la ciudadanía a mantenerse movilizada en las calles para defender el verdadero resultado electoral que, según afirman, da como vencedor al diplomático de 74 años por una ventaja de casi 30 puntos sobre Maduro.
“La inquietud y malestar generado en la ciudadanía se ha expresado, entre otras cosas, en las diversas manifestaciones que, en el ejercicio de los derechos ciudadanos contemplados en la Constitución (cf. Art. 68) y en las leyes de la República, se han realizado a lo largo y ancho del territorio nacional, con la numerosa participación de ciudadanos de toda condición social”, manifestó la presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV).
“Desafortunadamente, algunas de estas manifestaciones, se han visto ensombrecidas por hechos violentos que han causado la muerte de algunas personas, numerosos heridos y detenidos, y la destrucción de bienes materiales”, añadieron los obispos.
En ese sentido, condenaron toda manifestación de violencia “venga de donde venga”, lamentaron los asesinatos y expresaron su cercanía con los familiares de las víctimas.
“Pedimos a los órganos del Estado, y en especial las fuerzas policiales y militares, que cumplan su misión de garantizar el orden público, conforme a lo establecido en las leyes, evitando cualquier posible abuso”, agregaron los obispos.
Hace pocos días, el Episcopado reiteró su acompañamiento a todo el pueblo de Venezuela durante estos días difíciles, y les pidió mantenerse “firmes en la esperanza”, haciendo sus justos reclamos “con las actitudes pacíficas, de respeto y tolerancia, que han reinado hasta ahora”
Llamado a los actores políticos
El Episcopado exigió al CNE “hacer relucir la voluntad popular expresada en las urnas”, afirmando que ello no sólo es una responsabilidad legal, sino también ética. “Solo así se impondrá la verdad de los hechos sobre cualquier posible manipulación de los mismos, y reinará la paz y la confianza en todos los venezolanos”, aseguraron.
Asimismo, pidieron a los actores políticos detener “el lenguaje de descalificación y confrontación” y les invitaron a “buscar caminos de diálogo político y encuentro ciudadano”.
“Venezuela necesita del concurso de todos sus hijos”, concluyeron.