Cada 7 de agosto, la Iglesia Católica celebra a San Cayetano, el patrono del pan y del trabajo, cuya devoción está muy extendida en Argentina. Con el rezo de la novena, el santuario dedicado a él en Buenos Aires comenzó hoy su preparación para la fiesta.
Este año, el lema de las fiestas patronales en el templo ubicado en Cuzco 150, en el barrio de Liniers, es: “San Cayetano, amigo del pueblo, danos un corazón más solidario”.
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En el primer día de la novena, habrá una Misa por el trabajo a las 18:00 horas, presidida por el P. Sebastián Sury. El martes, la Eucaristía se rezará por los pobres. En los siguientes días hasta el 7 de agosto, las Misas se ofrecerán por la patria, por los difuntos, por los enfermos, por los migrantes, por las familias y por la paz, respectivamente.
La noche anterior a la fiesta central, Mons. Gustavo Carrara, Obispo Auxiliar de Buenos Aires, presidirá la Eucaristía de los peregrinos en el marco de la vigilia, que incluirá también espectáculos musicales.
El miércoles 7 de agosto, fiesta de San Cayetano, la Misa central será celebrada a las 11:00 horas por el Arzobispo de Buenos Aires, Mons. Jorge García Cuerva.
El párroco del Santuario, P. Lucas Arguimbau, reconoció en diálogo con Radio Demos que la novena se vive “con mucho entusiasmo”, no sólo en el santuario sino en otras comunidades, debido a que la devoción “se va extendiendo” en el país y llegando también a fieles de otras nacionalidades.
“Es hermosa la fiesta, y la verdad que a todos los curas que estamos acá en el santuario nos emociona, nos renueva y nos da ganas de seguir laburando”, aseguró.
El “laburo” [trabajo] en el santuario es mucho: cada día se ofrecen entre 650 y 750 porciones de comida, en su gran mayoría producto de donaciones de los peregrinos que se acercan al santuario, y del trabajo de unos 50 voluntarios que cocinan. También ofrecen el servicio de duchas a personas que viven en la calle, y se entregan bolsones de ropa a pedido a más de 200 familias por mes.
Desde hoy hasta la fiesta central, las Misas serán transmitidas en vivo a través del canal de YouTube y de la página de Facebook del Santuario de San Cayetano.
¿Cómo rezar la Novena a San Cayetano?
La Arquidiócesis de Mendoza compartió las oraciones para la novena a San Cayetano.
Oración preparatoria para todos los días
Dios nuestro, que hiciste que San Cayetano confiando en tu Providencia, despreciara las cosas de la tierra y se viera enriquecido con abundantes bienes celestiales, concédenos que los que imploramos los efectos de tu Providencia seamos socorridos en nuestras necesidades por su intercesión. Te lo pedimos por nuestro Señor Jesucristo. Amén.
Primer día de la Novena
Oh San Cayetano, tú fuiste un verdadero modelo de virtudes entre los sacerdotes de tu tiempo. Nunca buscaste recompensa o pago alguno por tu ministerio, y enseñaste a las personas a rezar el rosario y a desarrollar el hábito de las devociones a los santos.
Tú fuiste verdaderamente un pastor espiritual, y tu preocupación estuvo dirigida siempre a la salvación de las almas. Pero a pesar de todo esto, también estabas consciente de que con los estómagos hambrientos, los fieles tendrían serias dificultades en la comprensión de la Palabra de Dios.
Te embarcaste en la hermosa aventura de ayudarlos, no sólo dándoles pan, sino ayudándolos a ganarse la vida mediante el trabajo digno. Míranos con compasión, oh glorioso santo. Tenemos muchas personas desempleadas en medio de nosotros y sus familias atraviesan el hambre y otras necesidades.
Te pedimos que nos guíes, a padres y madres, que estamos en la búsqueda de un trabajo con el que podamos sostenernos como familia. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Segundo día de la Novena
A pesar de tu apretada agenda, oh querido santo, tú pasabas ocho horas al día en la oración. Tu felicidad consistía en estar unido con Jesús, degustar su presencia en la Eucaristía.
Guíanos para que también nosotros seamos como tú y le demos prioridad a la oración en nuestra vida. Permítenos disfrutar de la presencia de Jesús y ayúdanos a ser contemplativos como tú.
Inspíranos a entender que la oración no es sólo pedir a Jesús por nuestras necesidades, sino estar con Él, deleitándose en su presencia.
Te pedimos, oh querido santo, que nos lleves en esta dirección, para que también nosotros podamos aprender a deleitarnos en la presencia amorosa y protectora de Jesús. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Tercer día de la Novena
Desde tu muerte, querido San Cayetano, los desempleados del mundo han buscado tu intercesión. El trabajo es una de las claves para una vida feliz.
Mira con piedad a las millones de personas en nuestro país que se despiertan cada mañana sin la certeza de encontrar la comida para sus familias, ya que no tienen trabajo.
Estas personas se convierten en víctimas de la desesperación y algunos incluso recurren a delitos para sobrevivir. Ayuda a nuestros gobernantes a formular políticas que traigan empleo y bienestar. Tú que estableciste un banco para los necesitados inspira a los líderes políticos para que amplíen préstamos y ayuda financiera a los pobres para que puedan atender a las necesidades básicas de sus familias. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Cuarto día de la Novena
Oh Glorioso San Cayetano, al igual que aquella sociedad en la que viviste, nosotros también estamos acosados por el mismo conjunto socio económico en donde los pobres son cada vez más pobres y los ricos, más ricos.
Tú ayunaste de manera que, el dinero ahorrado, lo pudiste utilizar para comprar comida para los pobres, no aceptaste ningún tipo de pago por tu ministerios debido a que tú querías que la gente ayudara a los necesitados. Viviste muy modestamente debido a que quisiste enseñar a los ricos sobre la necesidad de compartir.
Mira con piedad a nuestra sociedad en la que se desperdician recursos en la compra de bienes inútiles, mientras que los pobres y los necesitados entre nosotros no han recibido los artículos de primera necesidad.
Inspíranos a compartir para que nadie entre nosotros pase hambre, y que todo el mundo pueda vivir con dignidad. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Quinto día de la Novena
Oh Glorioso San Cayetano, tú que pasabas largas horas ayudando a los enfermos y trabajaste hasta el agotamiento para ayudar a las víctimas de plagas que eran muy frecuentes en tu tiempo.
Tú cuidaste de los enfermos no sólo para curarlos, sino para guiarlos hacia una muerte feliz. Tú quisiste sus almas y corazones, no sus cuerpos. Ayúdanos a entender que tenemos que prepararnos para una buena muerte.
Que nosotros podamos ver también que la más terrible enfermedad que podemos tener es nuestro pecado, y siempre tenemos que examinarnos a nosotros mismos por los pecados que cometemos a diario.
Inspíranos a tener el corazón arrepentido para que siempre podamos estar preparados para recibir al Señor. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Sexto día de la Novena
Oh humilde San Cayetano, Tú hablaste con gobernantes y reyes, pero nunca les diste mucha importancia. Tú sabías que el prestigio, el honor y las posiciones en la sociedad sólo podrían ser buenas si eran usadas para ayudar a los necesitados y a los pobres.
Por esta razón, tú también confrontaste a tiranos y estuviste en contra de los ejércitos que saquearon, asesinaron, y violaron. Tu humildad no te impidió convertirte en un profeta. Tú solo temías de Jesús. Ayúdanos a ser humildes y modestos, sabiendo que ante Dios, nosotros somos nada. Sólo podemos ser alguien si nos encontramos de cerca con Jesús.
Inspíranos a seguir sus pasos para que nosotros también podamos luchar por la justicia y ayudar a detener la corrupción en nuestros gobiernos. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Séptimo día de la Novena
Oh Glorioso San Cayetano, tus incesantes ayunos y penitencias ayudó a mucha gente a entender que Dios debe ser amado por sobre todas las cosas y por encima de todas las personas.
Te sacrificabas para que nada ni nadie pudiera bloquearte en amar a Dios con toda tu alma, mente, corazón y cuerpo. Al comer poco, mostraste a los demás que el hombre no vive solamente de pan. Renovaste la fe de muchas personas, tocaste sus corazones, y ayudaste en mucho a la reforma de la Iglesia. Inspíranos a ayunar y hacer penitencia por nuestros pecados.
Infúndenos el espíritu de sacrificio para que nosotros, también podamos amar a Dios intensamente como tú lo hiciste. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Octavo día de la Novena
Oh Glorioso San Cayetano, te dolía ver la Iglesia Católica dividida en grupos hostiles. Tú siempre oraste por la unidad en la Iglesia, pidiendo laicos, sacerdotes y obispos para que apoyaran al Papa a través de la predicación, la oración y el sacrificio.
Tú viste a la Iglesia como esposa de Cristo, el sacramento por el cual los hombres y las mujeres pueden llegar a ser santos. Tú trabajaste muy duro para que muchos protestantes regresaran a la Iglesia Católica, y predicaste contra los reformadores que atacaban el corazón de las enseñanzas católicas.
Enséñanos a continuar trabajando por la unidad de la Iglesia y, al mismo tiempo, defenderla de sectas y movimientos religiosos que la atacan constantemente. Inspíranos a seguir tu camino. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.
Noveno día de la Novena
Oh Glorioso San Cayetano, Tú recibiste muchas bendiciones especiales de Jesús, visiones y experiencias místicas debido a tu unión íntima con Él.
Al contemplar el misterio de la encarnación, María se te apareció y puso en tu regazo al niño Jesús. Sostuviste al bebé e hiciste de tu corazón su dulce morada.
Jesús te amó verdaderamente y su Madre Santa confió en ti. Escucha nuestras súplicas en este último día de nuestra novena y preséntaselas al Niño Dios.
Demuéstranos que ahora en el cielo tú estás más cerca de Jesús y escucha tus ruegos. Amén.
Rezamos un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria. San Cayetano, ruega por nosotros.