Hoy se celebran elecciones presidenciales en Venezuela. En el marco de la jornada, la Iglesia Católica —en la voz de los obispos— ha llamado en reiteradas oportunidades a los venezolanos a ejercer su derecho al voto, para concretar un cambio que permita superar la grave crisis que afecta al país en casi todos los ámbitos.
Dos candidatos se disputan la victoria, en medio de un clima político que cada vez se hace más tenso: Nicolás Maduro, sucesor de Hugo Chávez y actual cabeza del régimen chavista, se lanza a la reelección por tercera vez consecutiva, esta ocasión con poco apoyo internacional y altamente cuestionado debido a las acusaciones de corrupción, narcotráfico y terrorismo que pesan en su contra.
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Por otro lado, Edmundo González Urrutia, un diplomático de 74 años, alcanzó la candidatura presidencial de la mano de María Corina Machado, líder indiscutida de la plataforma unitaria de partidos políticos de oposición, después de una aplastante derrota en las elecciones primarias de octubre de 2023.
La campaña opositora transcurrió en medio de atropellos y persecuciones por parte del chavismo, que según las encuestas más respetadas a nivel nacional e internacional, contaría con un porcentaje muy bajo de apoyo para mantenerse en el poder.
“Es desleal y falto de toda ética política lo sucedido hasta ahora”, expresó el Episcopado venezolano sobre la situación, y llamaron al régimen a que “cese la persecución y el hostigamiento” en contra de los ciudadanos que prestan apoyo material y logístico a los candidatos opositores.
Inicio del proceso electoral
Las elecciones presidenciales comenzaron sin contratiempos en diversos lugares del mundo, como Canberra (Australia) y Madrid (España), donde cientos de venezolanos han podido ejercer su derecho al voto.
Sin embargo, según el diario español El País, tan sólo el 1% de los venezolanos en el extranjero con derecho a voto (aproximadamente 5 millones) podrán hacerlo, debido a las “numerosas trabas” impuestas por la burocracia chavista.
Cabe destacar que existen graves denuncias en contra del sistema electoral venezolano. En 2017, la empresa Smartmatic, encargada de facilitar el software y las máquinas utilizadas en las elecciones, acusó al régimen de manipular las cifras de participación —destaca la BBC— y puso en cuestión el resultado de las elecciones de aquel año, en las que la oposición decidió no participar.
En Venezuela, se registraron filas de personas en los centros electorales desde la noche del 27 de julio. Según Eugenio Martínez, periodista venezolano especializado en temas electorales, para las 7 de la mañana (hora de Venezuela) ya estaban instaladas el 77.9% de las mesas de votación y alrededor de 60% estaban activas.
Unas elecciones atípicas y desiguales
A través de un video publicado en la cuenta oficial de X (antes Twitter) de la Arquidiócesis de Caracas, este 26 de julio, el Cardenal Baltazar Porras calificó de “atípico” el proceso electoral, “porque no hay igualdad entre los participantes”.
“Pero sí hay una gran voluntad en el pueblo venezolano de querer no sólamente votar, sino participar, y participar quiere decir elegir y que se respete la voluntad popular”, expresó.
“Nosotros como creyentes tenemos también la obligación de la oración, para que tengamos corazón pacífico, que no sea la violencia la que se enseñoree de nuestra sociedad, porque no queremos eliminarnos los unos a los otros, sino que en medio de las diferencias podamos encontrar caminos de bien y de progreso material y espiritual para todos”, agregó el Cardenal Porras.
Esas declaraciones contrastan con las de Nicolás Maduro y diversos altos jerarcas del régimen chavista, que en los últimos días han amenazado con sumir a Venezuela en un “baño de sangre” y una “guerra civil fratricida” en caso de perder las elecciones, tal y como recoge CNN en español.
El cardenal, recién sustituido por el Papa Francisco como Arzobispo Metropolitano de Caracas, invitó de nuevo a todos los creyentes a rezar por Venezuela —personalmente y en familia— para recibir fortaleza de parte de Dios y poder ser “protagonistas de lo que deseamos para nuestro país”.
“Que el Señor bendiga a Venezuela en estos días que son cruciales para el bienestar de todos”, concluyó.
Una oportunidad para superar la crisis y la parcialidad política
Por medio de diversos pronunciamientos, especialmente la Exhortación pastoral del pasado 11 de julio: Caminar juntos con esperanza, la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) expresó que el país se encuentra en “una situación grave de crisis que golpea al pueblo” y que los organismos que deberían estar al servicio de la ciudadanía lo están sólo de una “parcialidad política”.
El Episcopado denunció la gravísima situación en la que se encuentran los servicios básicos, la educación, la economía, la libertad y la justicia en Venezuela. Ante esta realidad, señalaron que al pueblo venezolano se le presenta “una nueva oportunidad” para decidir los caminos del país por medio de la democracia.
“El voto asume así una importancia vital en la realidad actual que vivimos: sólo venciendo el abstencionismo y la apatía política, podremos avanzar en la reconstrucción del país”, expresaron los obispos.
En ese sentido, indicaron que las elecciones del 28 de julio deben ser una “fiesta democrática” que no excluya a nadie, especialmente a los venezolanos fuera del país, que votarán “con la esperanza de volver a reunirse con sus seres queridos en una patria que les abra las puertas al desarrollo y a la felicidad”.
Finalmente, los obispos también se dirigieron a las Fuerzas Armadas, recordándoles su deber de velar por la institucionalidad democrática y de hacer respetar la voluntad popular.
“El pueblo venezolano está lleno de esperanza, sabe que el futuro está en sus manos y posee las herramientas para lograrlo”, concluyeron.