El Obispo de Orihuela-Alicante (España), Mons. José Ignacio Munilla, criticó el “espectáculo blasfemo y deplorable” contra la Última Cena en la inauguración de los Juegos Olímpicos Paris 2024.

Así lo indicó el prelado español en su cuenta de X este sábado 27 de julio, tras la inauguración de las Olimpiadas, en la que drag queens parodiaron la Última Cena, lo que ha suscitado la indignación masiva de católicos y no católicos en todo el mundo.

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Mons. Munilla indicó además que lo visto ayer en la capital francesa muestra que “nuestra cultura está dando sus últimos coletazos en medio de la decadencia woke”.

La palabra woke, que puede traducirse del inglés al español como "despierto", comenzó a usarse en Estados Unidos como una referencia a la conciencia sobre el racismo. Poco a poco se fue extendiendo a otros campos como la desigualdad social desde la perspectiva de la izquierda, la ideología de género, el lobby LGBT y el feminismo radical.

El prelado advirtió además que con la inauguración de París 2024 “el islamismo fundamentalista se frota las manos viendo cómo nosotros mismos nos 'suicidamos' espiritual y físicamente”.

El obispo también alertó sobre "la conexión española con esta decadencia francesa la dejó patente el periodista de TVE1, quien en la retrasmisión televisiva dijo: 'Este baile profundamente revolucionario, anticlerical, antipatriótico (...) es un homenaje que han querido hacer a la cultura francesa, a Belcebú, a la máscara de hierro, al fantasma de la ópera'".

Mons. Munilla señaló que “otro signo de la conexión española con esta crisis de valores, es el anuncio de la derogación del delito por ofensa a los sentimientos religiosos e injurias al rey. (Eso sí, que a nadie se le ocurra ofender ni injuriar a Macron y/o a Pedro Sánchez)”.

El prelado se refirió así al anuncio del 17 de julio del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, para buscar derogar, en el Código Penal, el delito de ofensas a los sentimientos religiosos, en el marco de un plan llamado de “regeneración democrática”.

La Fundación Española de Abogados Cristianos señaló ese día que con esa medida “todo lo que sea ofender, vejar o insinuar algo de determinados colectivos es perseguido como delito de odio, sin embargo, contra los católicos parece que todo está permitido”.

Para concluir, el Obispo de Orihuela-Alicante resaltó que, a pesar de todo, “algunos olvidan que la última palabra no la tiene ningún tribunal humano, sino que la tiene Dios... de lo cual fue una metáfora el chaparrón con el que se deslució la fiesta”.

En efecto, la lluvia cayó sobre París durante la inauguración y también cae este sábado, complicando algunas de las competencias de los 45 deportes que están en disputa en estos Juegos Olímpicos.