La Diócesis de Tehuacán, ubicada en el estado de Puebla (México), denunció que su obispo, Mons. Gonzalo Alonso Calzada Guerrero “fue asaltado, siendo despojado de su vehículo y objetos personales” cuando circulaba por una carretera.

A través de un comunicado compartido el 24 de julio, la Diócesis de Tehuacán informó que el incidente ocurrió en la mañana del martes 23 de julio, mientras el prelado se dirigía a una comunidad en el estado para celebrar su fiesta patronal.

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El medio de información N+ reportó que, tras el robo, los sujetos armados amarraron al obispo de pies y manos y lo abandonaron en un cerro. Según esta información, Mons.  Calzada Guerrero logró liberarse y solicitar ayuda; sin embargo, la diócesis no se ha pronunciado sobre este detalle. 

En el comunicado, la diócesis aseguró que el prelado “resultó ileso y ha presentado la denuncia correspondiente” a las autoridades. Además, expresó su gratitud a “Dios y a nuestra Madre Santísima, que siempre lo acompaña, por cuidarlo y protegerlo”.

Al mismo tiempo, se invitó a la comunidad religiosa a seguir “orando por la paz en nuestro país”, especialmente, “por todos los hermanos que día a día se enfrentan a estas situaciones, por las familias que son lastimadas y vulneradas en sus recursos, que encuentren consuelo y fortaleza”. 

Asimismo, la Diócesis de Tehuacán pidió orar por los asaltantes, “por estos hermanos que lastiman tanto a las familias para que Dios mueva sus corazones a la conversión”.

De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de enero a junio de 2024 se han registrado en el estado de Puebla 3.679 robos “de coches de cuatro ruedas”, de los cuales 1.652 se han efectuado con violencia. 

Cabe destacar que el 3 de abril de este año, Mons. Eduardo Cervantes Merino, Obispo de Orizaba en el estado de Veracruz, —diócesis contigua a la de Tehuacán—, denunció que él y los sacerdotes que lo acompañaban fueron asaltados también en la carretera.

Preocupación por la juventud 

Dos días después de ser atracado “a mano armada”, Mons. Gonzalo Alonso Calzada Guerrero compartió su experiencia en una Misa celebrada en la parroquia Santiago Apóstol en Caltepec, donde lamentó que las personas que lo despojaron de sus pertenencias eran “jóvenes entre 20 y 22 años”.

“Me hizo pensar qué es lo que estamos haciendo como Iglesia, como familia, como sociedad para formar a los jóvenes, porque ellos están haciendo eso porque no encuentran el sentido de su vida, no encuentran algo que realmente valga la pena por lo cual vivir y arriesgan su vida”, mencionó el prelado.

Mons. Calzada Guerrero instó a la sociedad a no aceptar la criminalidad juvenil como algo normal y exhortó a los presentes a prestar mayor atención a la evangelización de los jóvenes. Además, animó a los padres a “atender a sus hijos, estar cerca de ellos y conversar con ellos: es la forma en que pueden ayudarlos a encontrar el camino”.

“Ante Dios, [los padres] tendrán que rendir cuentas de lo que han hecho por sus hijos”, enfatizó Mons. Calzada Guerrero.