En una conversación con la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, dijo que para frenar la guerra que azota Tierra Santa es necesario para los cristianos “dejar la política a un lado, reunirnos y rezar juntos”.

El Patriarca remarcó que en este momento “las heridas están sangrando”, por lo que existe la necesidad de dejar a un lado la política, ya que “reconocer el sufrimiento del otro no es tan sencillo cuando uno está sufriendo”. Además, recordó que hay católicos sirviendo en el ejército hebreo desplegado en Gaza y católicos “siendo bombardeados en Gaza”. 

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“No es fácil”, advirtió el Cardenal Pizzaballa.

Además, expresó que la Iglesia no puede verse arrastrada por uno de los bandos en conflicto, pero que la solución tampoco consiste en una falsa neutralidad: “Me siguen diciendo que tengo que ser neutral. Acompáñame a Gaza, habla con mi gente que lo perdió todo, y luego dime que sea neutral. Eso no funciona”, dijo el cardenal a ACN.

“Pero no podemos convertirnos en parte del choque político, ni militar, ni de la confrontación”, expresó. “Nuestra presencia debe ser una presencia constructiva, pero no es sencillo encontrar el camino correcto”, añadió el Patriarca.

La situación está tan polarizada y los ánimos están tan caldeados que el Cardenal Pizzaballa no dudó en señalar que “si estás cerca de los palestinos, los israelíes se sienten traicionados y viceversa”.

El Patriarcado Latino de Jerusalén está dividido en seis vicariatos: Jordania, Israel, Chipre, Palestina (incluyendo Cisjordania y Gaza), uno para los católicos de habla hebrea (conformado por mil personas aproximadamente) y otro para los migrantes y los solicitantes de asilo.

Aunque el cardenal destaca la labor del Patriarcado para ayudar a los católicos más vulnerables de Tierra Santa, a su vez acota que la situación es extremadamente difícil y cambiante, por lo que resulta muy difícil hacer planes a largo plazo. Asimismo, comentó que muchas veces demora semanas hacer llegar la ayuda a la región.

“Es muy difícil hacer algo por el futuro de Gaza, pero aún así tenemos prioridades”, indicó el Patriarca. 

En materia educativa, lamentó que “todas las escuelas están destruidas o se utilizan como refugios. Los niños ya han perdido un año de estudios,  pero las familias  quieren educación, por lo que estamos tratando de introducir caravanas para que sirvan de escuelas”. Asimismo, indicó que aún se deben encontrar maestros y hay que trabajar “con lo que queda de las autoridades palestinas”.

Aunque, según el cardenal, en Gaza “se está cometiendo un verdadero crimen y la situación es catastrófica”, no es la única realidad difícil en Tierra Santa. En ese sentido, recordó que en Cisjordania la mayoría de los cristianos dependían del turismo, ampliamente afectado por la guerra.

“Ahora no hay trabajo con los peregrinos y los [palestinos] que trabajaban en Israel ya no tienen permisos para entrar. Estamos presenciando la tasa de desempleo más alta de la historia, un 78%, en concreto, entre los cristianos”, afirmó el Cardenal Pizzaballa.

Por último, reconoció y agradeció la labor de ACN en Tierra Santa desde que inició el conflicto, en octubre de 2023, dedicándose a apoyar a los más vulnerables con ayuda de emergencia, pero también con “actividades pastorales, campamentos de verano” y otras actividades para las que no siempre es sencillo recaudar fondos.