Una invitación para encontrar la sanación en Jesús desde el congreso eucarístico en EEUU

Los asistentes al Congreso Eucarístico Nacional de Indianápolis fueron invitados ayer por la noche a acercarse a Jesús, así como la gente se acercaba a él en los Evangelios: con sus pecados y quiebres, en busca de sanación.

El Padre Boniface Hicks, O.S.B., conocido director espiritual y maestro de retiros, portó la enorme custodia dorada con la Eucaristía en medio de la multitud congregada en el Lucas Oil Stadium. Arrodillándose ante el Santísimo Sacramento, el P. Hicks recordó a los miles de asistentes del gran amor liberador de Jesús por cada uno.

"Él te ama. Él te hizo. Él te quiso. Te ha elegido. Te hizo con amor, con sus propias manos en el vientre de tu madre. Eres una obra maestra de su amorosa creatividad. Él te ve. Ahora te contempla con amor. Se deleita en ti. Quiero invitarte a un nuevo camino de sanación", rezó el P. Hicks ante una multitud silenciosa y de rodillas, de unas 50.000 almas.

“Él ve, en toda tu vida, un hilo dorado de bondad. Te hizo a su imagen y semejanza, y nunca has perdido eso. Ese hilo dorado de bondad ha estado allí incluso y pese a las penas más profundas, los momentos más oscuros... También en tiempos de debilidad, en tiempos de pecados y fracasos, tiempos en los que fuiste herido, y tiempos en los que heriste a otros, Él quiere traer sanación. Sanación para tus heridas, sanación para tus fracasos. Por eso te invito a abrir tu corazón a su amor sanador”.

El P, Hicks invitó a los miles de asistentes a rezar una letanía –serie de peticiones a Dios– enfocada en la sanación. La primera respuesta fue 'Jesús, sana mi corazón con tu amor'. La segunda: 'Jesús, acércate a mí'. La tercera: 'Por favor, perdóname, Jesús'. Y la cuarta: 'Jesús, ayúdame a creer'.

"Recemos para tener valor mientras vemos los lugares heridos de nuestro corazón ante la mirada amorosa de Jesús", dijo el sacerdote, antes de realizar la procesión solemne de la Eucaristía alrededor del estadio.  

El P. Hicks ya le había dicho antes al National Catholic Register que su propósito al ofrecer las oraciones de sanación es "ayudar a la gente a abrir sus corazones para ver cómo pueden invitar a Jesús no sólo físicamente, sino también a que esté más cerca de esos lugares donde llevan inseguridades y miedos, lágrimas y heridas del pasado, así como lugares donde hemos fallado con nuestro propio pecado".

"Creo que existe la tentación de reducir estas cosas a un ejercicio intelectual, y creo que el diseño de los organizadores, y ciertamente mi deseo, es que sea un verdadero encuentro personal que llegue al corazón", dijo el sacerdote.

Antes del momento de adoración, la hermana Josephine Garrett, de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, habló sobre la importancia de arrepentirse del pecado, citando a la fundadora de su comunidad, quien dijo que Dios se complace con "un alma susceptible de muchas caídas, pero que, conociendo su debilidad, vuelve a Dios humildemente".

"Esta noche, les ruego en nombre de Jesucristo... esta noche es una noche de sanación, pero la sanación comienza con el arrepentimiento", dijo la hermana conocida por su podcast y que es además una consejera licenciada en salud mental.

“Nadie se salva solo. La vida de los demás incide continuamente en la mía, y lo que pienso, digo, hago y logro en mi vida tiene consecuencias en la de los demás, para bien o para mal. Y esto es una buena noticia. La sanación que tú y yo anhelamos ver en el cuerpo de Cristo comienza con mi arrepentimiento, con tu arrepentimiento”.

El Congreso, el primero de este tipo que se celebra en Estados Unidos desde la Segunda Guerra Mundial, es fruto del proyecto de los obispos católicos estadounidenses del Avivamiento Eucarístico.

La iniciativa busca consolidar a los católicos en su fe y en su amor a la Eucaristía como preparación para un año especial de misión en todo el país. Asisten católicos jóvenes y mayores de todo Estados Unidos. Anoche, antes de los discursos de apertura, se percibía una gran energía entre todos los asistentes.

Entre los oradores, los miles de asistentes pudieron escuchar a Paula Umaña, extenista costarricense y hermana de la presentadora de CNN, Glenda Umaña; quien vio afectadas sus piernas debido a una enfermedad neurológica. Ahora y gracias a su familia y a la intercesión de la Virgen María, puede caminar con la ayuda de unos dispositivos especiales.

Ante la multitud se presentó con su hijo Charles y les dijo a todos: “Cuando parezca imposible, corran hacia Jesús”.

La jornada de este sábado tiene como punto culminante una multitudinaria procesión eucarística por el centro de Indianápolis, que comenzará en el centro de convenciones y terminará en el Indiana War Memorial.

Esta noche los asistentes podrán escuchar al obispo Robert Barron, Gloria Purvis, Tim Glemkowski y al actor Jonathan Roumie, que da vida a Jesús en The Chosen, y podrán participar de la alabanza y la adoración, dirigidas por el aclamado músico Matt Maher.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA