El Papa Francisco nombró un enviado especial para participar de las celebraciones por los 350 años de la Arquidiócesis de Quebec en Canadá.

La Oficina de Prensa del Vaticano informó este sábado 20 de julio que el Santo Padre ha nombrado al Cardenal Jean-Marc Aveline, Arzobispo de Marsella (Francia) como su enviado especial “a las celebraciones del 350° aniversario de la erección de la Arquidiócesis Metropolitana de Quebec en Canadá, previstas para los días 20 – 22 de septiembre de 2024”.

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Estas celebraciones se enmarcan en el Año Santo o Jubileo iniciado en Quebec el 8 de diciembre de 2023, que se extenderá hasta el 8 de diciembre de 2024, en razón de este aniversario.

Según Vatican News en francés, las celebraciones de septiembre incluirán diversas visitas a lugares vinculados a las “comunidades fundadoras, como la escuela de las monjas Ursulinas o el hospital de las Agustinas Hospitalarias”.

“Se celebrará además una jornada festiva en la plaza de Youville, en el centro de Quebec, además de una Misa con todos los obispos de Canadá reunidos para su asamblea anual. Además, el grupo pop Glorious ofrecerá tres conciertos de alabanza, en su primera gira por suelo canadiense”, agrega.

Breve historia de la Arquidiócesis de Quebec

En el año 1658 se erigió el Vicariato Apostólico de Nueva Francia con San Francisco de Laval como vicario apostólico y, con ello, primer obispo de Canadá, cuando estas tierras eran colonia francesa.

Años después, en 1674, de acuerdo al sitio web de la Arquidiócesis de Quebec, el vicariato pasaría a ser una diócesis.

El santo falleció el 6 de mayo de 1708, a los 85 años. Tiempo después, en 1819, Quebec sería elevada al rango de arquidiócesis, como señala el sitio web especializada en obispos, Catholic Hierarchy.

El Papa San Juan Pablo II beatificó a Francisco de Laval el 22 de junio de 1980, junto a otros cuatro beatos, como la religiosa María de la Encarnación, considerada la madre de la Iglesia Católica en Canadá.

En su homilía, el Papa polaco dijo que Francisco de Laval consagró “a los indios las primicias de su ministerio; viaja constantemente a través de la inmensa región, mitad del continente norteamericano; funda el seminario de Quebec, que llegará a ser seguidamente la Universidad Laval, una de las primeras universidades católicas de los tiempos modernos”.

Laval, continuó Juan Pablo II, se preocupó, “con cuidado particular, de los sacerdotes, de los religiosos y de las religiosas y obtiene de la Santa Sede la institución en París de un seminario para ‘Misiones extranjeras’”.

El 3 de abril de 2014 y sin realizar una ceremonia de canonización, una de las potestades que posee, el Papa Francisco inscribió a San Francisco de Laval y a María de la Encarnación en el libro de los santos.