Giorgio Zennaro, administrador de la Comisión Regional del Opus Dei en Italia, respondió a diversas preguntas relacionadas con el manejo económico de la prelatura. Entre las interrogantes, destacan algunas sobre si la institución es rica, o qué sucede cuando un miembro no tiene posibilidades de contribuir monetariamente.

El administrador sentenció que, muy comúnmente, se cree que el Opus Dei es rico “porque no se conoce de primera mano lo que es y lo que hace”. Además, considera que esta creencia también debe a que se confunden “los bienes personales de algunos miembros” con los de la institución.

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“Muchas veces se contempla un edificio bien acabado y no se sabe que ha sido realizado con un préstamo cuyos promotores se han comprometido como garantes”, expresó Zennaro en una entrevista publicada en el sitio web oficial de la prelatura.

“En cualquier caso, todo lo que el Opus Dei acompaña es para realizar una tarea de servicio, de educación y de evangelización, abierta a todos. Y es fundamental considerar siempre la Obra como lo que es: una institución de la Iglesia que está al servicio de la Iglesia”, añadió.

A pesar de que en “La Obra” —como se conoce al Opus Dei por la traducción de su nombre al español, “Obra de Dios”— existen algunos miembros que se pueden considerar ricos, el administrador precisó que también los hay pobres. En el Opus Dei “más o menos está representada toda la sociedad”, acotó.

Si una persona no puede contribuir económicamente con las labores de la prelatura “no pasa nada, absolutamente nada”, remarcó Zennaro. Y destacó que los pequeños ofrecimientos y sacrificios del día a día tienen un gran valor espiritual, “como la ofrenda de la viuda que fue alabada por Jesús en el evangelio”.

¿Quién sostiene económicamente al Opus Dei?

El administrador manifestó que cada miembro de la prelatura se sostiene con su propio trabajo y que los gastos generales de la institución “se cubren con aportaciones de los miembros y amigos” que, como cristianos, deciden libremente apoyar al Opus Dei, donde “reciben formación cristiana”, tal y como lo harían con su parroquia y otras iniciativas de la Iglesia.

“Cada uno ayuda como puede y quiere. Alrededor del 75% de los miembros del Opus Dei son supernumerarios, en su mayoría casados, para quienes la santificación de los deberes familiares es parte fundamental de su vida cristiana: ellos destinan a las iniciativas apostólicas, o directamente a la prelatura, la cantidad que desean, después de haber provisto para sus propios gastos y las exigencias de sus familias”, afirmó Zennaro.

“No existe una 'cuota fija', porque la cantidad específica de la contribución de cada uno depende de las circunstancias y de la libertad de cada persona: es una cuestión de generosidad y de discernimiento personal”, agregó.

La autosuficiencia del Opus Dei

Zennaro precisó que en la prelatura dan mucha importancia a la autosuficiencia económica de sus iniciativas y labores, ya que San Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, “quiso dejar muy en claro que las iniciativas apostólicas debían apoyarse en sus propias fuerzas, en línea con la secularidad y la responsabilidad personal de quienes las promueven”.

“Toda iniciativa debe ser autónoma, es decir, no depender de ‘instancias superiores’ ni desde el punto de vista económico ni desde el punto de vista de la gestión y organización. Está muy en línea con el concepto de sostenibilidad a largo plazo, del que tanto se habla”, agregó.

En ese sentido, señaló que su figura como administrador cobra especial relevancia dentro de la institución, para velar que los fieles vivan personalmente el desprendimiento y la sobriedad. 

“El mensaje del Opus Dei invita a cuidar las cosas pequeñas, también en el orden material, como manifestación del amor a Dios y a los demás”, expresó. 

“La sobriedad se refiere, en primer lugar, a la vida personal de cada uno. Y luego la austeridad también se manifiesta en tratar de hacer que las cosas duren mucho tiempo, de mantenerlas bien”, resaltó el administrador.