El presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera López, se reunió el 15 de julio con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en el Palacio Nacional, sede del Poder Ejecutivo. Este encuentro se produce a pocos meses de que Claudia Sheinbaum asuma como nueva gobernante del país, el 1 de octubre.
Durante una breve conferencia de prensa con periodistas reunidos en el exterior de Palacio Nacional, Mons. Cabrera López aclaró que el encuentro fue un “saludo amigable” que “no tenía ningún tema específico”. Además, aseguró que su relación con el mandatario es “tersa y amable”.
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“Era necesario platicar un rato con él, después de que ya pasó el proceso electoral”, indicó el presidente de la CEM.
Al ser consultado sobre la postura de los obispos mexicanos respecto a la situación del país tras las elecciones, Mons. Cabrera López aseguró que están “tranquilos”, y señaló que “esperamos que el diálogo continúe de las fuerzas políticas” con la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien, al igual que López Obrador, pertenece al partido político de izquierda Morena.
Sobre las expectativas del país con la nueva mandataria, el también Arzobispo de Monterrey indicó tener la esperanza de “que México siga adelante, que progrese”.
La Conferencia del Episcopado Mexicano indicó a ACI Prensa que la reunión con López Obrador fue privada, con la intención “de mantener la relación con el actual presidente en el cierre de administración presidencial”.
López Obrador y sus desencuentros con los obispos de México
Durante su mandato, López Obrador tuvo varios desencuentros con los obispos mexicanos, especialmente por la situación de la creciente violencia, que tuvo un punto crítico tras el asesinato de dos sacerdotes de la Compañía de Jesús (Jesuitas) en la Sierra Tarahumara, en el estado mexicano de Chihuahua, el lunes 20 de junio del 2022.
El 30 de junio de ese año, en su conferencia de prensa matutina, López Obrador criticó a los sacerdotes, obispos y cardenales católicos que cuestionaron su política de “abrazos y no balazos” contra el crimen organizado, la que en el pasado ha definido como buscar que en el país “haya oportunidades de trabajo, que haya bienestar, atención a los jóvenes y que no se permita la corrupción en el gobierno”.
Entre esos cuestionamientos se encontraban los del Arzobispo de Guadalajara, Cardenal Francisco Robles Ortega, ex presidente de la CEM, que aseguró que el crimen organizado “no sabe de abrazos, por más que el Gobierno se los ofrezca y se los prometa y se los dé”.
Al dirigirse al clero católico el 30 de junio de 2022, el presidente de México cuestionó: “¿Qué quieren entonces los sacerdotes? ¿Que resolvamos los problemas con violencia? ¿Vamos a desaparecer a todos? ¿Vamos a apostar a la guerra?”.
En respuesta, la Conferencia del Episcopado Mexicano informó el 7 de julio de 2022 que ha publicado 116 documentos por la paz desde 1968, precisando que la Iglesia Católica "siempre ha estado y siempre estará preocupada y ocupada por el bienestar de nuestro país".
El sexenio de Andrés Manuel López Obrador cerrará como uno de los más violentos de la historia moderna de México, superando a los gobiernos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Desde que asumió la presidencia, el 1 de diciembre de 2018, se han registrado hasta la fecha 192.743 homicidios, de acuerdo al informe MX: La Guerra en Números, elaborado por la agencia T-ResearchMX.