En el marco de las nuevas normas para el estudio de las apariciones, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe ha autorizado a los fieles a dar culto, aunque con prudencia y sin confirmar los hechos sobrenaturales, a Nostra Signora dello Scoglio en Calabria (Italia).
Desde la publicación el pasado mes de mayo de las nuevas Normas para proceder en el Discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales, el Dicasterio dirigido por el Cardenal Víctor Fernández ha emitido en los últimos meses varios comunicados acerca de ciertas “supuestas” apariciones.
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Tras validar la apariciones de María Rosa Mística en Italia, negar los hechos sobrenaturales sobre la “Virgen María de Trevignano”, también en Italia, y confirmar el veredicto negativo sobre supuestas apariciones de “Nuestra Señora de todos los Pueblos” en Amsterdam, el Vaticano ha vuelto a pronunciarse.
Este 16 de julio se ha hecho pública la decisión positiva sobre los frutos espirituales de las apariciones narradas por el vidente Cosimo Fragomeni, un campesino de 18 años a quien la Virgen María se le habría aparecido por primera vez en 1968.
Aunque todavía no se han aprobado el origen sobrenatural de los hechos, el Cardenal Fernández ha confirmado la determinación de Nihil obstat (Nada se opone), afirmando que no hay inconvenientes doctrinales en el mensaje.
Así lo ha declarado el Dicasterio por medio de una carta dirigida al Obispo de Locri- Gerace, Mons. Francesco Oliva, quien escribió previamente a la Santa Sede para que el Santuario diocesano de Nuestra Señora dello Scoglio, en Santa Domenica di Placanica (Calabria), continúe dando sus frutos y confirmar a los peregrinos que acuden que están en comunión con la Iglesia Católica.
En la misiva, el purpurado señala que “en el mundo secularizado en el que vivimos, en el cual tantos pasan su existencia sin referencia alguna a la trascendencia, los peregrinos que se acercan al Santuario dello Scoglio son un poderoso signo de fe”.
Asimismo, recuerda que esta determinación no debe concebirse “como una aprobación del carácter sobrenatural del fenómeno”, sino como el reconocimiento de una “experiencia del Espíritu”.
De esta manera, invita al Obispo a promover su difusión a través de peregrinaciones y autoriza a los fieles a dar su adhesión a estos acontecimientos “mediante una prudente vigilancia”.
Las apariciones de Nostra Signora dello Scoglio (Nuestra Señora de la Roca)
Cosimo Fragomeni era un campesino sencillo de 18 años. En 1968 observó durante 4 días un haz de luz que provenía de un acantilado cercano a su casa.
Estos destellos precedieron a las supuestas apariciones de la Virgen María quien, según el vidente, le llamó a la conversión y a la oración. La Madre de Dios también le habría pedido que aquel lugar se convirtiera en un centro de espiritualidad donde la gente pudiera encontrarse con la misericordia de Dios.
Cosimo, quien más adelante se hizo terciario franciscano, situó en aquel lugar una estatua de la Virgen María. Tras la llegada de numerosos peregrinos de toda Italia y parte del extranjero, pronto se convirtió en una capilla, y más tarde en un gran santuario.
El 11 de febrero de 2016, Mons. Francesco Oliva elevó el lugar de culto a “Santuario Diocesano” con el título de “Nostra Signora dello Scoglio” y desde 2017 es custodiado por los Misioneros de la Evangelización.
El Dicasterio pide vigilancia para evitar manipulaciones
El Cardenal Fernández subraya en su carta que a este Santuario acuden especialmente personas que sufren y que padecen enfermedades y resalta su “intensa actividad espiritual de oración y de escucha”.
Sin embargo, al mismo tiempo exhorta a mantener una vigilancia “para que no se produzcan manipulaciones de las personas, aprovechamientos económicos indebidos, graves errores doctrinales, que pudieran provocar escándalos, dañar a los fieles y minar la credibilidad de la Iglesia”.
También señala que la Virgen María significa para los peregrinos una “expresión clara de la misericordia del Señor” y afirma que visitar el Santuario es “una forma de reconocer su propia incapacidad para llevar a cabo las fatigas de la vida y su ardiente necesidad y deseo de Dios”.
“En un contexto de fe tan valioso, un renovado anuncio del kerigma podrá todavía, iluminar y enriquecer aún más, esta experiencia del Espíritu”, expresa el purpurado.
De esta forma, Mons. Oliva ha confirmado que los fieles están autorizados a dar culto, aunque “de manera prudente”.
Además, remarca que esto “no implica una declaración del carácter sobrenatural del fenómeno” y por lo tanto los católicos no están obligados a creer en él.