Es 12 de diciembre en San Antonio, Texas (Estados Unidos). A pesar del frío que hace afuera, el interior de la Catedral de San Fernando está abarrotado por miles de personas de todas las edades: jóvenes, ancianos y muchos más.

Junto al altar hay una imagen de Nuestra Señora de Guadalupe iluminada y rodeada de rosas de todos los colores. Es una escena tranquila.

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Pero esa paz se rompe de repente por el golpeteo fuerte y rápido de los tambores y el tintineo de las maracas cuando dos filas de bailarines de colores brillantes entran en procesión por las puertas traseras. 

Al unísono, los danzantes se acercan a la imagen de la Virgen y, tras bailar ante ella durante unos instantes, los tambores cesan tan repentinamente como empezaron. Todos rezan una oración en silencio y, a continuación, los tambores se reanudan mientras el grupo sale de la iglesia.

Católicos hispanos de distintas edades interpretan la tradicional "danza de matachines" mexicana en honor de la Santísima Virgen María el 12 de diciembre, día de su festividad, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de la Arquidiócesis de San Antonio. Crédito: Arquidiócesis de San Antonio.
Católicos hispanos de distintas edades interpretan la tradicional "danza de matachines" mexicana en honor de la Santísima Virgen María el 12 de diciembre, día de su festividad, en la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe de la Arquidiócesis de San Antonio. Crédito: Arquidiócesis de San Antonio.

Se trata de la "danza de matachines", una tradición mexicana que se practica en parroquias y ciudades de México y Estados Unidos para honrar a la Virgen de Guadalupe. La animada actuación de los matachines suele ir acompañada de oraciones especiales, Misas y fiestas que reúnen a comunidades parroquiales enteras.

Desde la aparición de la Virgen en el Tepeyac en 1531, el catolicismo ha sido un pilar fundamental en la vida y la cultura de los hispanos de América Latina y Estados Unidos.

Pero hoy en día, el futuro de la Iglesia Católica hispana está siendo cuestionado a medida que nuevos informes y datos indican que los latinos, especialmente los menores de 30 años, están abandonando la Iglesia significativos, lo que lleva a algunos a preguntarse: ¿Se está extinguiendo el catolicismo en las comunidades hispanas del país?

¿Está siendo sustituida la Iglesia Católica?

Según un estudio reciente del Pew Research Center, el 43% de los hispanos de Estados Unidos son católicos, lo que supone un importante descenso con respecto al 67% de 2010.

Algunos achacan esta tendencia a la conversión de los hispanos al evangelicalismo o a otras confesiones protestantes. Un artículo reciente en The Free Press promocionaba esa narrativa, afirmando: "Los latinos están acudiendo en masa al cristianismo evangélico". Pero mientras The Free Press prevé un auge evangélico, los datos disponibles, así como los líderes hispanos de la Iglesia Católica, pintan un panorama diferente.

Según Pew, en Estados Unidos el cristianismo en todos los grupos demográficos ha ido disminuyendo. El declive católico entre los latinos es liderado por los jóvenes hispanos, entre 18 y 29 años, un grupo demográfico en el que el evangelicalismo también está disminuyendo.

En la actualidad, el 30% de los hispanos de 18 a 29 años se identifican como católicos. Mientras tanto, el 11% de los hispanos de este grupo de edad se identifica como evangélicos, un 6% por debajo de los dos siguientes grupos de mayor edad, 30-49 y 50-64 años.

El grupo más numeroso —el 49%— entre los hispanos de 18 a 29 años es el que no tiene afiliación religiosa alguna, una categoría a la que a menudo se hace referencia como los "nones" (ninguno). Por lo tanto, es más probable que el joven hispano medio se identifique como "ninguno", antes que como católico o evangélico.

"Los jóvenes hispanos siguen la misma tendencia que los no hispanos", afirma José Manuel De Urquidi, fundador de Juan Diego Network, un ministerio latino de medios de comunicación. 

"A los 25 años, la mayoría abandona la Iglesia. Y contrariamente a lo que otra gente cree, en su mayoría se están yendo al grupo de los nones. Algunos se van a otras confesiones cristianas, pero la mayoría no", añadió.

¿Por qué se van?

En una entrevista con CNA —agencia en inglés de EWTN News—, De Urquidi explicó que desde las cuarentenas del COVID muchos hispanos, especialmente los latinos más jóvenes, están dejando de participar en aspectos básicos de la vida de la Iglesia como la Misa, la confesión y otros sacramentos.

"No estamos haciendo lo suficiente para acoger a los jóvenes hispanos, por lo que sienten que es la Iglesia de su abuelita o de sus padres, pero no la suya", afirma José Manuel De Urquidi, de la Red Juan Diego. Crédito: EWTN News in Depth.
"No estamos haciendo lo suficiente para acoger a los jóvenes hispanos, por lo que sienten que es la Iglesia de su abuelita o de sus padres, pero no la suya", afirma José Manuel De Urquidi, de la Red Juan Diego. Crédito: EWTN News in Depth.

Para De Urquidi y otros que están profundamente comprometidos con el ministerio hispano, todo se reduce a una crisis de comunión y comunidad. A menudo, los jóvenes simplemente sienten que no pertenecen a los bancos de las iglesias.

"No estamos haciendo lo suficiente para dar la bienvenida a los jóvenes hispanos, por lo que sienten que es la Iglesia de su abuelita o de sus padres, pero no la suya", expresó De Urquidi.

El P. Allen Deck, profesor de Teología que también trabaja en la pastoral universitaria de la Universidad Loyola Marymount de Los Ángeles, afirmó que la tendencia entre los hispanos es también "parte de un fenómeno mucho mayor dentro de un entorno secular creciente".

"No se trata sólo de lo que ocurre en el contexto hispano-latino, sino de lo que ocurre con las religiones institucionales en general", explicó.

Aunque preocupante, el P. Deck indicó que la Iglesia debería aprovechar esta situación como una oportunidad para tomar en serio las inquietudes de los jóvenes, especialmente en lo que se refiere a su necesidad de comunidad y sentido de pertenencia.

"Necesitamos formar parte de un grupo de fe vivo, ya sea la familia, la parroquia, la diócesis o la sociedad", aseguró. "Así que la oración litúrgica que hace hincapié en la participación activa, especialmente en la Eucaristía, es muy importante para que la gente desarrolle un sentido de pertenencia a algo más grande", agregó.

¿Qué opinan los obispos estadounidenses?

En 2021, la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés) informó de que la población católica hispana del país, estimada en 30 millones, comprende el 40% de todos los católicos estadounidenses.

Incluso las diócesis de ciudades que tradicionalmente no se asocian con los hispanos están viendo ahora los frutos de la Iglesia hispana. 

"La fe está viva en las comunidades hispanas", comentó a CNA Edmundo Reyes, de la Arquidiócesis de Detroit.

"Sí, hay algunos desafíos, especialmente entre los latinos nacidos en Estados Unidos, como parte de la secularización más amplia del pueblo estadounidense", admitió. "Sin embargo, la fe sigue siendo una parte significativa de la vida y la visión del mundo de los latinos", afirmó.

El Arzobispo de Filadelfia, Mons. Nelson Pérez, expresó a CNA que los principales obispos del país entienden que la Iglesia ha estado perdiendo jóvenes hispanos en números significativos y son conscientes del peligro que plantea esta realidad.

Abordar el problema fue el tema de un extenso debate en un encuentro nacional organizado por la USCCB en 2018. El evento fue testigo de largas discusiones sobre cómo la Iglesia puede aproximarse mejor a los hispanos e involucró el aporte y la participación de unos 300.000 católicos latinos de más de 3.000 parroquias.

A partir de estos debates, los obispos del país elaboraron un Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano que se publicó en 2023. Bajo el título "Discípulos misioneros que van adelante con alegría", el documento esboza las recomendaciones y prioridades de los obispos para las diócesis, parroquias e instituciones católicas de Estados Unidos que atienden a los católicos hispanos.

"Donde está presente, el ministerio hispano es fuerte y vibrante", afirma el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Nelson Pérez. Crédito: EWTN News in Depth.
"Donde está presente, el ministerio hispano es fuerte y vibrante", afirma el Arzobispo de Filadelfia, Mons. Nelson Pérez. Crédito: EWTN News in Depth.

Mons. Pérez, quien fue obispo líder del Encuentro 2018, compartió que uno de los frutos más poderosos de la iniciativa fue que los líderes laicos hispanos han comenzado a "tomar su lugar en la Iglesia".

Este desarrollo, cree Mons. Pérez, será una bendición para la Iglesia Católica en los Estados Unidos. "Me parece que los hispanos están muy dentro de sus zonas de confort para salir con su fe. Llevan su fe escondida", comentó, y añadió: "Donde el ministerio hispano está presente, este es fuerte y vibrante".

Señalando a su Arquidiócesis de Filadelfia, donde ha visto cómo parroquias que antes se vaciaban ahora se llenan de hispanos, concluyó: "No sólo creo que los hispanos sean el futuro. Son el presente".

El Arzobispo de San Antonio, Mons. Gustavo García-Siller, que llegó por primera vez a Estados Unidos desde México en 1980, indicó a CNA que a pesar de los desafíos y las pérdidas, "en muchos sentidos ha habido un cambio para mejor" porque la población hispana en la Iglesia Católica "se ha organizado y movilizado más y en ese sentido están más preparados para el ministerio en la Iglesia". 

Cree que los hispanos, especialmente los inmigrantes, ayudarán a traer nueva vida a la Iglesia. 

"Los recién llegados hoy en día, traen consigo su fe, que aquí hemos ido perdiendo", afirmó.

Nueva vida para la Iglesia

Cristofer Pereyra, un inmigrante de Perú que fundó la Iniciativa Tepeyac Leadership, señaló a CNA que "la influencia que los latinos tienen en la Iglesia y la sociedad sólo va a seguir aumentando".

Cristofer Pereyra, residente en Phoenix, es Consejero Delegado de Tepeyac Leadership, Inc. Crédito: The Hour of the Laity/EWTN.
Cristofer Pereyra, residente en Phoenix, es Consejero Delegado de Tepeyac Leadership, Inc. Crédito: The Hour of the Laity/EWTN.

"Sí, estamos perdiendo a muchos", concede. "Pero lo que veo es que los que se quedan están más comprometidos. Están muy seguros de quiénes son y de su fe", manifestó.

Aunque se trata de un proceso doloroso, Pereyra cree que el resultado será una presencia hispana aún más fuerte en la Iglesia que, con el tiempo, conducirá a un resurgimiento de la fe.

"Los que se quedan lo hacen para liderar, para liderar dentro de la Iglesia y para liderar fuera", añadió.

Natalia Ramírez, una católica hispana de 23 años que asiste a la parroquia de San Francisco de Asís en Chicago y es miembro del ministerio de jóvenes adultos hispanos "Iskali", lo expresó de forma sencilla: La Iglesia hispana se enfrenta a una crisis porque a muchos latinos no se les enseñaron los "hermosos dones" de su fe católica.

Iskali, un ministerio que atiende a jóvenes católicos hispanos en Estados Unidos, busca formar discípulos misioneros activos. Crédito: Iskali.
Iskali, un ministerio que atiende a jóvenes católicos hispanos en Estados Unidos, busca formar discípulos misioneros activos. Crédito: Iskali.

Nacida en Ciudad de México y criada en una comunidad hispana muy católica de Chicago, Ramírez cuenta que muchos de sus familiares y amigos de la infancia ya no practican ninguna fe.

Pero esto no tiene por qué ser el final de la historia. Ella lo sabe por experiencia propia.

"Cuanto más aprendo sobre la fe, más me enamoro de ella", afirmó. "Antes no tenía ni idea de lo que era la Sagrada Eucaristía. Pero después de aprender sobre la Sagrada Eucaristía, me di cuenta de que Jesús está más cerca de mí de lo que nunca antes había pensado”, concluyó.


Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.