San Benito Abad es uno de los pocos santos que tienen dos fechas litúrgicas en el calendario, junto a San Juan Bautista y San José.
El 21 de marzo conmemoramos el fallecimiento de San Benito, conocido como el "tránsito de San Benito" y que sucedió en el año 547 en la abadía italiana de Monte Cassino.
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Además, se recuerda un evento clave en la historia monástica: en 1098, los santos Roberto, Alberico y Esteban dejaron la abadía de Molesmes para establecer un nuevo monasterio en el valle del Císter, iniciando así la orden del Císter, una forma de vida monástica que buscaba seguir más de cerca el ideal de San Benito.
La otra fiesta litúrgica tiene lugar el 11 de julio, cuando se conmemora el traslado de las reliquias de San Benito a la abadía francesa de Saint-Benoît-sur-Loire.
San Benito de Nursia
San Benito nació en Nursia, Italia, en el año 480 y tuvo una hermana melliza, quien es Santa Escolástica. Tras estudiar retórica y filosofía en Roma, Benito se retiró a Enfide (ahora Affile) para dedicarse profundamente al estudio y a la disciplina ascética.
Durante su vida, San Benito realizó numerosos milagros, como curar enfermos y resucitar muertos. Enfrentó personalmente al demonio y practicó exorcismos, siempre con la cruz en mano, lo que dio origen a la devoción de la Cruz de San Benito. Recolectó limosnas para alimentar a sus hermanos y ayudar a los necesitados, consolando a muchos afligidos y devolviéndoles la esperanza.
El venerable abad falleció el 21 de marzo de 547, poco después de su hermana. Su muerte ocurrió en la capilla del monasterio, con las manos alzadas hacia el cielo en actitud de oración, reflejando su anhelo expresado repetidamente: "Es necesario tener un deseo ardiente de ir al cielo".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en ACI Digital.