La Diócesis de Saltillo, en el estado mexicano de Coahuila, se pronunció respecto a la situación de un sacerdote que se hizo viral en redes sociales por incorporar un muñeco de ventrílocuo en sus Misas, el cual es una réplica de un muñeco polémico usado en una serie de televisión.
En entrevista con ACI Prensa, Sergio Marroquín, vocero de la diócesis, señaló que el P. Víctor Hugo Rea, de la iglesia de San Antonio de Padua, compró el muñeco en línea como herramienta para interactuar con los niños durante las Misas del novenario, realizado del 4 al 12 de junio en el marco de la fiesta patronal.
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“En el momento de la homilía, en dos Misas del novenario, [el sacerdote] utilizó el muñeco para evangelizar. Era como una especie de historia en la que el ventrílocuo se convertía”, indicó Marroquín.
El muñeco es una réplica de Willie Puppet, una marioneta “poseída” que aparece en un episodio de la serie estadounidense de misterio de la década de 1960 La Dimensión Desconocida (The Twilight Zone). En el episodio, el protagonista, un ventrílocuo, cree que su muñeco Willie está vivo y que trata de controlarlo.
El P. Rea compartió en la página de Facebook de la parroquia cómo usó la marioneta durante la Misa. Entre otras publicaciones, se puede encontrar un video en el que el sacerdote usa diversas marionetas para animar a los niños a asistir a la Eucaristía.
Marroquín aclaró que “obviamente el sacerdote no sabía que el muñeco estaba relacionado con el mal”. Sin embargo, aseguró que el presbítero no lo usará más en las celebraciones eucarísticas.
¿Puede el demonio “poseer” un objeto?
De acuerdo con el sitio web sobre posesión y exorcismo del P. José Antonio Fortea, famoso teólogo español y experto en demonología, existen tres tipos de presencias demoníacas.
La “infestación” es un tipo de “influencia demoníaca” que se aplica “sobre un lugar que le permite realizar actos no ordinarios tales como mover objetos, producir ruidos, encender electrodomésticos y cosas similares”. En este caso, se refiere a la infestación de objetos.
El P. Fortea advierte que la posesión de un lugar puede producirse “por haber abierto las puertas al demonio, tales como haber practicado en el lugar ritos satánicos, de brujería, hechicería o espiritismo”.
Por otro lado, está la “influencia demoníaca”, la cual, según explica el P. Fortea, “es la acción extraordinaria de un espíritu maligno sobre un ser humano sin llegar al grado de la posesión”.
Esta puede manifestarse de manera interna, donde la persona podría “escuchar voces, tener pesadillas o despertar sin causa aparente, sentir enfermedades o dolores sin causa natural, o experimentar sentimientos de depresión u obsesión psicológica”.
Y la más fuerte de todas es la “posesión demoníaca”, la cual, según el P. Fortea, “es la acción extraordinaria de un espíritu maligno sobre un cuerpo humano, hasta el grado de que en los exorcismos ese espíritu puede mover ese cuerpo a voluntad y hablar a través de él”.