En la plaza que está frente al Santuario de la Virgen de Chiquinquirá, miles de fieles se reunieron para celebrar los 105 años de la coronación de esta advocación mariana como Reina y Patrona de Colombia, y para pedirle que los ayude a “ser peregrinos de esperanza y constructores de una nación unida y en paz”.

El pedido por la intercesión de la Virgen fue expresado por Mons. Francisco Javier Múnera, presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, quien hoy 9 de julio celebró la Eucaristía en el atrio de la basílica a las 11:00 horas.

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La Misa fue precedida por la procesión de la imagen peregrina de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, una réplica del lienzo del siglo XVI que se custodia dentro del santuario, y que partió de la iglesia de la Renovación, construido donde sucedió el milagro de la renovación del cuadro en 1586.

En la celebración estuvieron presentes el provincial de la Orden de Predicadores, P. Franklin Buitrago; el Obispo de Chiquinquirá, Mons. Luis Felipe Sánchez Aponte; autoridades locales, entre otros.

En su homilía, Mons. Múnera destacó los 105 años de la coronación de la imagen mariana como Reina y Patrona de Colombia, concedida por el Papa Pío X el 9 de enero de 1910 a pedido de los frailes dominicos y de los obispos colombianos.

El decreto pontificio fue enviado al entonces Obispo de Tunja, Mons. Eduardo Maldonado Calvo, quien dispuso la coronación para el 9 de julio de 1919, día en que la Iglesia Católica en Colombia celebra la fiesta de esta advocación mariana.

A la Virgen de Chiquinquirá, expresó Mons. Múnera, “acudimos presentándole todos nuestros anhelos, nuestras angustias y sobre todo también nuestras esperanzas”.

El prelado recordó en su homilía a María Ramos, la devota que rescató la imagen que había quedado abandonada y deteriorada a los pocos años de haber sido pintada, así como a la indígena Isabel y su pequeño hijo Miguel, primeros testigos del milagro de la renovación del lienzo.

En septiembre de 2017, indicó, el Papa Francisco señaló en su visita a Colombia que María Ramos es “la primera devota de la Virgen de Chiquinquirá”, porque tuvo el valor y la fe “de colocar esa imagen borrosa y rajada en un lugar destacado devolviéndole su dignidad perdida”.

El Pontífice también afirmó que Isabel y su hijo “fueron los primeros en mirar con ojos sencillos ese trozo de paño totalmente nuevo y ver en este el resplandor de la luz divina que transforma y hace nuevas todas las cosas”, recordó Mons. Múnera.

En su homilía, el Arzobispo de Cartagena también citó el mensaje final de la Asamblea Plenaria de los obispos, publicado el 4 de julio, en el que el Episcopado llama a la sociedad a no acostumbrarse a la violencia, la corrupción, al deterioro de la familia y a la polarización política e ideológica que no permiten avanzar al país.

Ante ello, el prelado alentó a mirar a la Virgen porque, como dice el Papa, “la esperanza encuentra en la Madre de Dios su testimonio más alto. En ella vemos que la esperanza no es un fútil optimismo, sino un don de gracia en el realismo de la vida”.

La ceremonia concluyó con la consagración de varios fieles a Jesús por María, luego de haber seguido una preparación de 33 días, de acuerdo al método de San Luis María Grignion de Montfort.

Historia del lienzo de la Virgen de Chiquinquirá

La imagen que representa a la Virgen del Rosario, con el Niño Jesús en brazos y acompañada de San Antonio de Padua y San Andrés, fue pintada entre 1560-1562 por Alonso de Narváez a pedido del encomendero Antonio de Santana y el fraile Andrés de Jaraque para ser colocada en la Capilla de los Aposentos de Sutamarchan, donde los dominicos tenían su misión.

Sin embargo, en 1574 los frailes dejaron el lugar y la capilla y el lienzo fueron abandonados. La pintura perdió su color y se deterioró a causa del calor y la lluvia. Posteriormente, gracias al trueque, la imagen llegó en 1578 a Chiquinquirá.

En esta localidad el lienzo fue rescatado por la española María Ramos y colocado en una capilla. El 26 de diciembre de 1586, una indígena llamada Isabel pasó por el lugar con su hijo Miguel, de 5 años, quien vio que el lienzo estaba en el suelo y resplandecía como si se estuviera quemando.

Asustada, Isabel alertó a María Ramos, quien salía de la capilla. Ambas quedaron asombradas al ver que la imagen de la Virgen estaba iluminada y que el lienzo parecía “renovado”. Sobre este lugar se levantó la actual iglesia de la Renovación.

Esta advocación mariana fue proclamada Patrona de Colombia por el Papa Pío VII en 1829.

Nuestra Señora de Chiquinquirá es también patrona del estado Zulia en Venezuela, donde la celebran el 18 de noviembre.