Más de 2.000 jóvenes han desafiado a la incesante lluvia y sido testigos de la presencia real de Jesús en la Eucaristía y del amor de la Virgen María durante la primera Jornada Eucarística Mariana Juvenil (JEMJ) en el Santuario de Covadonga (Asturias, España).
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Miles de sonrisas inundaron este insólito enclave del monte asturiano, desde donde comenzó la Reconquista de Don Pelayo tras la invasión musulmana en el siglo VII, a los pies la Virgen de Covadonga, conocida como la “Santina”.
Este pionero encuentro, celebrado bajo el lema “levantad vuestros corazones”, ha sido posible gracias a la generosidad de los voluntarios de la asociación “En Marcha” y a la entrega de las religiosas de El Hogar de la Madre.
Desde el viernes 5 hasta el domingo 7 de julio, jóvenes desde los 14 hasta los 30 años de España y otros 10 países como Chile y México han sido los protagonistas de diferentes talleres, escuchado testimonios de conversión, rezado el Santo Rosario, participado en una Vigilia y adorado la Eucaristía.
Arzobispo de Oviedo: La alegría de los jóvenes es un motivo de esperanza
Tras la Santa Misa celebrada el sábado por la tarde en la imponente basílica, ACI Prensa pudo conversar con el Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, quien definió este evento como “un regalo de Dios”.
El anfitrión del encuentro recordó que “Dios siempre nos sorprende, nunca aburre, y aunque nos diga o nos señale lo mismo, Él nunca se repite”.
Afirmó que en Covadonga se ven a jóvenes “que vienen con sus preguntas, quizá también con sus heridas, con sus certezas y esperanzas, y se abren a lo que Dios les quiera regalar, a lo que la Virgen nuestra Madre les sugiere”.
Para el Arzobispo, “este es un motivo de esperanza que se ve en sus rostros, cuando ves que hay alegría y hay futuro. Porque ellos son el futuro y el presente de la Iglesia, como nos recuerda el Papa Francisco”.
Aseguró estar “muy agradecido” por este gran evento y animó a los jóvenes a que “se atrevan a buscar y que tengan la humildad de reconocer aquello para lo que fueron hechos”.
“Nadie es fortuito, nadie ha caído del cielo como un meteorito, sino que hay un motivo eterno. Y este es el sentido que tiene cada vida humana y cada vocación cristiana”, expresó.
Mons. Sanz Montes señaló que los jóvenes “están viviendo una historia todavía sin escribir, tienen que poner texto en esas páginas en blanco, alguna introducción que permita comprender todo”.
“Yo les pediría que se abran a este Dios amable, pacífico, bondadoso y capaz de abrazarnos en tantos momentos donde puede haber confusión o errores, que son los pecados. Dios nos abraza para hacernos nuevos cada día. En este abrazo de Dios nace la vocación cristiana a la que cada uno ha sido llamado y por la cual nos llamaron a la vida, la aventura más maravillosa”, destacó a ACI Prensa.
La “reconquista” de las almas católicas
Para Alberto, un voluntario de Asturias, realizar un evento así “en la cuna de la Reconquista, es algo impresionante”.
“He venido como voluntario para ayudar a la Iglesia, y yo creo que como joven debo hacerlo. Para mi, la Santina es mi Madre, y la Madre de todos los españoles. Siempre que vengo a Covadonga tengo un sentimiento especial hacia Ella. Rezo el Rosario junto a Ella, le ofrezco mis alegrías y mis penas y Ella me envuelve con su abrazo maternal”, comentó a ACI Prensa.
Por su parte, Beatriz y Günther son un matrimonio de Madrid miembros de la asociación “En Marcha” , quienes llevan meses preparando este encuentro para que “se reconozca la riqueza de vivir en plenitud la fe católica, que tiene ese pedazo regalo que es que Dios ha querido quedarse presente todos los días con nosotros”.
En declaraciones a ACI Prensa, resaltaron que Covadonga “tiene un significado especial, queríamos que aquí fuera la reconquista de las almas católicas, igual que hace muchos siglos Pelayo, con el amparo de la Santina, se lanzó por la reconquista de España”.
“Ojalá que los jóvenes enamorados de la Eucaristía, se lancen también por esa nueva reconquista”, remarcaron.
Destacaron también “la disposición, la entrega y generosidad de los voluntarios”, quienes a pesar de las dificultades de la lluvia “todos han ayudado por amor al Señor”.
“Muchas veces juzgamos a los jóvenes que viven su fe superficialmente, pero se nota que el corazón de los jóvenes busca a Dios. El ambiente es precioso, de alegría y sencillez”.
Respecto a una segunda Jornada, afirmaron que los están “rezando y viendo, lo planteamos como una única jornada, pero al ver el bien que está haciendo no lo descartamos, ojalá podamos hacer muchas y que de muchos frutos para el Señor, Nuestra Madre y para la Iglesia”.
Durante este fin de semana, los jóvenes también han podido rezar frente a la reliquia del milagro eucarístico de la Santa Hijuela, ocurrido en el siglo XIII en Daroca (Diócesis de Cuenca, España) y también contaron con la presencia de las reliquias del futuro San Carlo Acutis.