El Cardenal Gerhard Ludwig Müller, prefecto emérito de la Congregación —hoy Dicasterio— para la Doctrina de la Fe, condenó la controvertida figura de la Catedral de Linz (Austria), que muestra a la Virgen María dando a luz, y la calificó de "publicidad de una ideología feminista” que va contra “el sentido natural de la vergüenza".
Un desconocido decapitó la figura pocos días después de su exhibición. La estatua lleva el título "Coronación", lo que puede entenderse como una alusión a la coronación de la Virgen María. Por otro lado, el término hace referencia al momento durante el nacimiento en el que se puede ver por primera vez la cabeza del bebé en su salida del útero.
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La figura de la Catedral de Linz muestra de forma explícita exactamente este evento: la Virgen María con las piernas abiertas y la parte superior de la cabeza del Niño Jesús entre ellas. Por motivos de discreción, tanto en la televisión como en otros medios de comunicación se ha omitido generalmente la vista entre las piernas, que sin embargo estaba expuesta a los creyentes en la Catedral de Linz.
Mientras tanto, la Diócesis de Linz dijo al sitio web kath.net que “la escultura permanecerá en la sala de arte de Mariendom hasta el final previsto de la exposición (16 de julio de 2024), pero no podrá verse. Las puertas están cerradas, las luces apagadas”.
El Cardenal Müller por su parte expresó a kath.net: “La crítica a la conversión del arte cristiano como medio de piedad en publicidad de la ideología feminista, violando el sentido natural de la vergüenza, no puede ser contrarrestada pseudo-ilustrada con la acusación de mojigato o pseudo- teológicamente como expresión de una actitud ultraconservadora”.
"Si una representación pictórica del nacimiento de Jesús ofende a los creyentes y provoca división en la Iglesia (entre los autoproclamados progresistas y otros, a quienes ellos insultan como conservadores), el objetivo del arte cristiano y especialmente del sacro, ‘que debería expresar la infinita belleza de Dios en las obras humanas’', se ha perdido”, explicó el cardenal.
"Una representación pictórica del misterio de la revelación del verdadero nacimiento de Dios como ser humano debe tener como objetivo fortalecer a los espectadores en su fe en la encarnación de Dios y centrarse en Cristo y adorarlo como Dios y Salvador", expresó.
Esther Strauß, responsable de la realización de la figura, se pronunció tras el ataque a la estatua con estas palabras: "La mayoría de las imágenes de María fueron hechas por hombres y, por lo tanto, a menudo han servido a intereses patriarcales. La teóloga Martina Resch lo expresó bien: En ‘Coronando’, María recupera su cuerpo. Quien quitó la cabeza de la escultura actuó de manera muy brutal. Para mí, esta violencia es una expresión de que todavía hay personas que cuestionan el derecho de las mujeres a su propio cuerpo. Debemos oponernos a esto muy decisivamente”.
En 2021, Strauß participó en un evento titulado "Witch Talks" (conversaciones de brujas). La descripción de ese encuentro decía: "Esther Strauß está representada con tres de sus obras en la exposición HEXEN. Lo que las fotografías de performance y las esculturas tienen en común es que abandonan el camino trillado de los rituales de recuerdo, duelo y conmemoración practicados en el así llamado Occidente. En su lugar, se establecen conexiones arriesgadas con los muertos. Estas delicadas relaciones que construyen llevan el círculo de los antepasados y la familia mucho más allá de la comprensión occidental cotidiana y conducen a una comunidad con una mayor visión de solidaridad”.
En su sitio web, Strauß se describe a sí misma como una “artista de performance y lenguaje”. También dice: "En 2016, cavé la tumba de mi abuelo con mis manos y dormí en su tierra una noche".
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA Deutsch.