El Secretario para las Relaciones con los Estados y las Organizaciones Internacionales de la Santa Sede, Mons. Paul Gallagher, dijo que el Vaticano alentará a los católicos en Filipinas, en particular a los líderes políticos, a "escuchar a sus pastores" con respecto al último proyecto de ley de divorcio, que fue aprobado por la cámara baja del gobierno del país en mayo.
En una rueda de prensa celebrada a principios de esta semana, durante su visita a la nación del sudeste asiático del 1 al 5 de julio, Mons. Gallagher abordó el tema del proyecto de ley de divorcio absoluto, que fue aprobado por la Cámara de Representantes de Filipinas el 22 de mayo con 131 votos a favor. Ciento nueve miembros de la Cámara votaron en contra de la propuesta legislativa y otros 20 se negaron a votar.
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Según CBCPNews, el órgano oficial de noticias de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas (CBCP), Mons. Gallagher dijo que las enseñanzas de la Iglesia Católica sobre el matrimonio son "muy claras y muy bien conocidas" y que el Episcopado y los obispos de cada diócesis deben ser pastores que ofrezcan a las parejas y familias "el mejor enfoque" cuando se trata de superar los problemas matrimoniales y la ruptura matrimonial.
"Y a nivel pastoral, la cuestión está dentro de la competencia de la Conferencia Episcopal de Filipinas y de cada uno de los obispos", dijo. "Supongo, porque es un tema importante, que lo discutirán. Por lo tanto, nosotros [la Santa Sede] esperamos escuchar a los obispos sobre esto en un asunto que es principalmente de su interés".
Desde mayo, los obispos y sacerdotes filipinos han abordado activamente los problemas considerados como motivos para el "divorcio absoluto", como la violencia, la adicción a las drogas y el alcoholismo.
En una entrevista con The Manila Times, el P. Jerome Secinano, portavoz de la CBCP y ex juez de la Corte Suprema, dijo que la posición oficial de los obispos filipinos es "oponerse al proyecto de ley de divorcio en el país" y que los legisladores deben hacer más para proteger a las personas abordando los problemas subyacentes que conducen a la ruptura del matrimonio.
"Si hay violencia física, entonces se deben elaborar leyes para frenar la violencia física que está ocurriendo en el matrimonio. Ya tenemos esas leyes; sin embargo, tal vez falte el refuerzo de estas leyes", dijo el P. Secilano.
"Es por eso que ellos [los legisladores] tratan de inventar más soluciones, como dicen, a estas relaciones abusivas, pero el divorcio no es una solución. Va a perpetuar el ciclo de violencia", agregó.
En un editorial que reflexiona sobre el proyecto de ley de divorcio, el P. Elias L. Ayuban Jr. escribió que cada familia tiene sus "defectos y problemas que resolver" y que se debe trabajar más para preparar y acompañar a las parejas antes y durante el matrimonio para el futuro de la Iglesia.
"La crisis en la Iglesia y en la sociedad comienza con la crisis en la familia causada por una confluencia de factores, entre ellos, sin duda, la ruptura del matrimonio", escribió. "Legalizar el divorcio no minimizará nuestros males como Iglesia y nación. Solo los aumentará. Puede ofrecer alivio a las parejas en apuros, pero innegablemente causará un sufrimiento indecible a los jóvenes, a quienes nuestro Santo Padre llama 'el presente y el futuro de la Iglesia'".
El proyecto de ley de divorcio absoluto aún no se ha discutido en el Senado del país y debe lograr una aprobación mayoritaria antes de que pueda convertirse en ley. Aunque sólo seis de los 24 senadores han respaldado públicamente la última versión del proyecto de ley, parece estar ganando más apoyo.
Actualmente, Filipinas y el Vaticano son los dos únicos países del mundo donde no existe una ley de divorcio.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.