Ehsan Shan, un joven cristiano de Pakistán, fue condenado a muerte por el tribunal antiterrorista de Sahiwal, por presuntamente difundir una blasfemia contra el Corán en sus redes sociales. Según la agencia vaticana Fides, la justicia señala este hecho como el detonante de las persecuciones contra los cristianos en Jaranwala, ocurridas en agosto de 2023.

De acuerdo a la sentencia, emitida el 1 de julio, Shan deberá cumplir primero una pena de 22 años en prisión y pagar una multa que equivale a 12.000 dólares estadounidenses aproximadamente. 

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Ante esta situación, Mons. Samson Shukardin, presidente de la Conferencia Episcopal de Pakistán, declaró a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) que la resolución del juicio contra Shan es “muy, muy dolorosa”:

“Esta decisión es muy, muy dolorosa para nosotros. Mucha gente está decepcionada”, afirmó. “Las grandes ONG internacionales y las organizaciones de derechos humanos deberían pronunciarse en contra de esta decisión. Esto tendrá un gran impacto en el gobierno”, agregó el obispo.

De igual forma, expresó su consternación por la situación de la minoría cristiana en el país, precisando que cada vez sufren más y sienten temor de alzar su voz. Además, comentó que cuando se acusa a un cristiano de blasfemia, los musulmanes atacan a sus familias y comunidades.

A diferencia de la celeridad con la que actuó el tribunal en el caso de Shan, aún no existen condenas contra aquellos implicados en la violencia contra los cristianos ocurrida en Sargodha y Jaranwala.

“Uno de nuestros cristianos ha sido condenado a muerte injustamente y, sin embargo, no ha ocurrido nada con los demás acusados de crímenes contra las iglesias y las casas cristianas. En cambio, estas personas están siendo liberadas poco a poco”, sentenció Mons. Shukardin.

Según Fides, miembros de la comunidad cristiana aseguran que al joven condenado lo utilizan como un chivo expiatorio. Además, la organización no gubernamental (ONG) Centre for Legal Aid, Assistance and Settlement, expresó que la sentencia contra Shan es “una grave injusticia”.

“La condena contra Ehsan Shan simboliza la muerte virtual de todos los cristianos en Pakistán hoy en día. Por la violencia y destrucción ocurridas en Jaranwala, solo se ha señalado a un culpable, que es un cristiano”, agregó.

El 2 de julio, decenas de personas se manifestaron en la ciudad de Karachi en contra de la sentencia del tribunal. Según el Indian Express, el abogado de Shan, Khurram Shahzad, afirmó que apelará el veredicto.

En los últimos meses la intolerancia religiosa se ha disparado en Pakistán, donde alrededor del 90% de la población practica el Islam. 

Los cristianos, que representan apenas el 1,27% (2,6 millones de personas), se enfrentan a situaciones desafiantes con regularidad —como estos últimos ataques y sentencias— debido a esta realidad.