La Diócesis de Santa Marta publicó ayer un comunicado para alertar sobre la “situación de terror vivida” en las últimas semanas en el departamento colombiano de Magdalena, donde la presencia de grupos armados causa inseguridad en las poblaciones.
En su texto, la diócesis del norte de Colombia se refirió al caso del municipio Zona Bananera y otros lugares del departamento, donde actores violentos “promueven paros armados”.
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La Iglesia en Santa Marta, expresa el comunicado, “quiere levantar su voz de alarma ante la sociedad en general para que no condenemos al olvido a las comunidades que están al centro de esta dolorosa situación”.
En ese sentido, recuerda que los medios de comunicación tienen la labor de “dar visibilidad a esta realidad inocultable que afecta directamente la vida de todos los habitantes de estos municipios”.
“Con el ejercicio de un agudo periodismo investigativo podemos mantener la atención de toda la sociedad ante el drama que ha provocado esta situación de violencia desenfrenada. Y, así, movilizarnos todos por la superación de esta violencia fratricida”, asegura.
Asimismo, manifiesta que, junto con la Diócesis de El Banco, mantiene su “disposición permanente a colaborar, en lo que esté a nuestro alcance, para abrir caminos de reconciliación y paz en nuestros territorios”.
La Iglesia Católica, “por su vocación y misión propia, está siempre dispuesta a establecer puentes de diálogo que permitan suscitar la esperanza de tiempos mejores para nuestros hermanos y hermanas del Magdalena”, añade.
El comunicado recuerda que durante su visita a Colombia, en septiembre de 2017, el Papa Francisco señaló que si el país “quiere una paz estable y duradera, tiene que dar urgentemente un paso en dirección al bien común, a la equidad, a la justicia, al respeto de la naturaleza humana y de sus exigencias”.
“Sólo si ayudamos a desatar los nudos de la violencia, desenredaremos el complejo nudo de los desencuentros”, aseguró el Santo Padre en su homilía pronunciada en Cartagena el 10 de septiembre de 2017.