El 2 de julio, producto del paso del huracán Beryl frente a las costas venezolanas, se generaron fuertes lluvias que ocasionaron el desbordamiento del río Manzanares, en la población de Cumanacoa, estado Sucre, en el oriente del país. Hasta hoy, 3 de julio, las autoridades registran dos personas fallecidas y seis desaparecidas.
A través de un comunicado, Cáritas de Venezuela señaló que 200 familias se encuentran damnificadas y que los hogares de otras 110 sufrieron daños severos y sus enseres se han perdido por completo. Además, la infraestructura productiva de la localidad ha sido afectada de gravedad.
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En un video difundido por María Eugenia Mosquera, historiadora y directora general del canal de televisión ValeTV, Mons. Jesús González de Zárate, Arzobispo de Cumaná y presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV), llamó a los venezolanos a unirse en solidaridad con la población de Cumanacoa.
“Queridos hermanos y hermanas: hoy hemos amanecido con la triste noticia de las inundaciones en el municipio Montes. Desde Cáritas Cumaná (capital del estado Sucre) hacemos un llamado a toda la población, para ayudar a estos hermanos nuestros con alimentos no perecederos, agua, ropa o enseres”, expresó el prelado.
Además, Mons. González señaló que los daños en la localidad “son muy extendidos” y que el río impactó de lleno al poblado, inundando la iglesia y la casa parroquial, junto a los hogares de cientos de familias.
“Las poblaciones de la parte alta junto al río quedaron destruidas, [hay] muertos y desaparecidos”, añadió el arzobispo.
Cáritas de Venezuela indicó que estará atenta a la información de las autoridades, para determinar con certeza las necesidades más urgentes de la población y proceder en consecuencia. Asimismo, se comprometió a formar un “frente activo” para colaborar.
“La red de voluntarios Cáritas está alerta y preparada para ofrecer una mano amiga a las comunidades: Cáritas Cumaná y la Iglesia local están desde el primer momento en la zona afectada acompañando a la gente”, comentó la organización católica, que puso a disposición dos cuentas bancarias para los que deseen aportar a sus labores.
“Cada aporte, por pequeño que sea, contribuirá a aliviar el sufrimiento de estas familias que han perdido todo”, agregó Cáritas de Venezuela.
“En momentos de dificultad, la unión es fundamental para reconstruir nuestras comunidades. Confiamos en que, juntos, podremos superar esta situación, restaurar lo que ha sido destruido y brindar un apoyo significativo a quienes más lo necesitan”, concluyó.